Desmond estaba sentado en una mesa de la cafetería, en su mesa un periódico adornaba en conjunto con su tercera taza de café ya vacía. Tenía 23 años y una vida bastante acomodada pero aquí estaba en un pequeño puesto tomando café como lo hacía todos los días, ni siquiera era un lugar que contará el café más delicioso de Ostania pero desde que Emile lo obligo a venir hace dos semanas de alguna forma se volvió un cliente regular.
— ¿Se le ofrece alguna otra cosa?
Pregunto amable la camarera, sus ojos verdes sonrían de forma educada mientras tomaba la taza vacía y la colocaba sobre la charola. Damian sintió su corazón saltar mientras una sonrisa tonta amenazaba con adornar su rostro, tosió como medio de huida.
— Podría darme otra rebanada de pastel de zarzamora.
— Enseguida.
La chica dio vuelta a sus pies donde un par de zapatos negros adornaban el uniforme azul cielo con pequeños cuadros y un delantal blanco que tenía pequeños dibujos de maní. Damian tomó aire, se volvió un cliente regular solo para ver a la hermosa camarera con la que tuvo un flechazo desde el momento en que la vio. Dos semanas seguidas había venido donde la mayoría de las veces la chica lo atendió, dejando de lado las veces que ella no estaba de servicio o algún otro camarero tomó su pedido.
Su vista volvió al periódico que no decía nada interesante salvo que un famoso psiquiatra había hecho descubrimientos muy importantes en su campo, un tal, Loid Forger, eso era demasiado aburrido para su gusto. Él estaba interesado en la sección financiera o de política cosas a las cuales se dedicaba su familia.
— Aquí tiene.
Llamo la melodiosa voz de la camarera mientras su corazón daba otro salto el día de hoy. Ella puso el plato con mucho cuidado sobre la mesa, sin querer sus ojos se fijaron en el periódico, ella dio un salto, cosa que asusto a Desmond.
— ¡Oh por Dios!
— ¿Sucede algo?
— Mi padre está en el periódico — Soltó emocionada mientras se lo pedía, él sin dudarlo se lo entrego — "Loid Forger logra descubrir un nuevo tratamiento y mucho menos invasivo para las personas con trastorno de estrés post traumatico, él joven médico de tan sólo 40 años descubrió una forma de que reciban una terapia menos invasiva y más sanas a largo plazo para los pacientes que sufren este padecimiento, actualmente más de ochenta personas han sido beneficiadas con esto" — leyó emocionada mientras pequeños suspiros emocionados salían de su boca.
Damian la escucha con total emoción, ya sabía que la camarera se apellidaba Forger y que su padre era un psiquiatra.
— Mi padre dijo que esto no era nada importante pero mira, incluso llego al periódico, le darán un premio espero — sonrío.
— Se lo merece — solo le estaba siguiendo la corriente.
— Así es — los hermosos ojos verdes vieron con total atención a Desmond — soy Anya, siempre olvido el gafete — se presentó.
— Damian Desmond.
— Un placer joven Desmond.
— Damian esta bien.
Ella río y Desmond podía jurar que así se debía de escuchar el cielo, esa risa era el sonido más encantador que podría haber escuchado nunca. La sonrisa boba que antes amenazaba con salir por fin adorno su rostro. Si Anya lo noto es un total secreto, Forget no mencionó nada. Hablaron un poco más sobre su padre y lo importante que era, él noto que Forger era una completa hija de papá (en el buen sentido) una niña que siempre tuvo un padre amoroso a su lado que la apoyaba y al cual ella admiraba como nunca admiraría a nadie.
Lástima que tuvo que irse cuando una llamada de su hermano llegó pidiéndole que volviera a las oficinas pues un problema se había presentado y querían a todos los accionistas presentes, su corazón peso mientras se despedía con la mano de la chica después de pagar la cuenta.
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— ¿Lo mismo de siempre? — pregunto ella sonriendo mientras él asentía embobado por aquella sonrisa, Anya era un ángel, él estaba totalmente seguro.
— Por favor.
— Enseguida.
Hoy la chica llevaba un par de medias largas blancas, seguramente era por el fresco de la mañana y una linda falda blanca con florecitas azules que combinaba a la perfección con la parte de arriba de su uniforme, su cabello rosado estaba perfectamente atado en una cola de cabello donde sus pequeños risitos eran totalmente libre de formarse al final de la misma.
Era tan hermosa que Damian solo confirmó aún más que Anya era un ángel bajado del cielo y al cual tuvo suerte de conocer.
En un par de minutos la chica llegó con su café y lo dejó en la mesa mientras caminaba a otra lista para tomar el pedido, él la siguió con la mirada, la chica parpadeo y las hermosas y largas pestañas se movieron con la misma delicadeza que una mariposa se pasaría sobre una flor.
Damian evito que los suspiros huyeran de sus labios que aquella hermosa imagen le provocaban.
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— ¡Volviste! — sonrío enternecida al verlo entrar por la puerta.
— Volví — sus mejillas tomaron un color rojizo mientras una pequeña sonrisa adornaba su boca.
— Ya te traigo lo de siempre — camino emocionada mientras él tomaba asiento en la misma mesa de siempre.
Él abrió el periódico del día mientras esperaba pacientemente el regreso de la encantadora camarera. Anya llegó con su charola, bajo el café con la misma delicadeza de siempre y lo puso sobre la mesa, para después agregar una rebanada de pastel.
— La casa invita — sus mejillas obtuvieron un ligero tono rosado y Damian trago saliva nervioso, ella huyo sin decirle más.
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— ¿Puedo sentarme? — pregunto ella mientras sus mejillas eran adornadas por un ligero tono rosado.
Él asintió nervioso sin poder armar una sola frase, ella se sentó justo frente a él. Una camarera tomó sus pedidos, era obvio que era compañera de trabajo de Anya pues a ella la vio con cariño mientras que a él le daba miradas desdeñosas.
— Creo que este es un lindo lugar para una primera cita — dijo ella tan bajo que él no estaba seguro de haber escuchado bien.
— Es perfecto.
Ella subió sus ojos, esos hermosos ojos se volvieron una media luna mientras su boca se formaba una sonrisa tan grande que le quito el aliento a Damian. Ese sí que era un excelente lugar para una primera cita.
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Cotton
FanfictionHistorias cortas de la pareja Anya y Damian. ✨️ Los personajes no me pertenecen todo el crédito a Tatsuya Endō ✨️ Créditos de la hermosa portada a @Princess_-Hell y a @Fairytale_Editorial