1

30 2 0
                                    

Jamás olvidaré ese día, el día que tome la decisión que cambió mi vida.
Mi amigo Jack tenía meses insistiendo en que me uniera a la orquesta juvenil en la que el estaba; era gratuita y no tenía nada mejor que hacer con mi vida, así que después de hacerme el del rogar por un tiempo acepte ir.
Termine por entrar a viola, pues note que solo había una, un hombre más alto que yo, con una sedosa melena hasta los hombros, digna de comercial de Pantene, parecía tener al menos unos 20 o algo años; desde un principio me cautivo su personalidades y risa aguda, que mas podia pedir de mi profesor de viola?

Termine por entrar a viola, pues note que solo había una, un hombre más alto que yo, con una sedosa melena hasta los hombros, digna de comercial de Pantene, parecía tener al menos unos 20 o algo años; desde un principio me cautivo su personalidade...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

WARNING: Está es una historia IRÓNICA

La alarma sonó dando inicio a mi día, me prepare rápidamente para tomar un camión hasta la escuela donde me encontré con mis amigos, casi siempre llegaba demaciado temprano cuándo ni avían abierto mi salon todavía.
Las clases solo se fueron de lo más normal y aburrido, hasta la hora de salir.
Llevaba unas pocas semanas ya en la orquesta y creo que era lo más interesante de mi día, no tenía otras cosas que hacer más que las tareas y ni siquiera hacía eso, al menos ahí podía verlo de nuevo.

Angel, mi profesor de viola, al principio pensé que era viejo, pero resultó que el viejo era yo, aunque solo por un mes.

Me hacía comprender fácilmente lo que debía hacer en la viola, me explicaba como tocarla y me dejaba encargado ejercicios, principalmente hacer escalas.

Siempre trataba de ir todos los días, pasar el mayor tiempo posible fuera de casa, nuestras conversaciones juntos se basaban en cosas de la orquesta, en esencia, eso es lo que nos conecta no?. Igual, el falta mucho o llega tarde, y cuando no está tocando está... Con El.

El profesor de toda la sección de cuerdas en general, Ebenezer. Es un buen profesor, no para mal interpretar mis palabras, me ah ayudado mucho y al resto de la orquesta también, pero pasa tanto tiempo con el... Lo conoce tan bien, que muchas veces quisiera estar en su lugar.
Estos son celos?
No, no lo creo. Solo quiero ser más su amigo.
Solo eso.

Al poco tiempo, la mayoría de las cuerdas comenzó a decirme "escalas" pues es lo que siempre hacia, SOLO ME TOMO MI TIEMPO OK?, Sigo tocando las cuerdas de forma tosca, no tanto como antes, supongo que venir todos los dias me ayuda en eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Al poco tiempo, la mayoría de las cuerdas comenzó a decirme "escalas" pues es lo que siempre hacia, SOLO ME TOMO MI TIEMPO OK?, Sigo tocando las cuerdas de forma tosca, no tanto como antes, supongo que venir todos los dias me ayuda en eso. Pero tengo que mantener mis uñas súper cortas.

A veces Angel me da miedo, su voz es muy fuerte y cuando me recrimina lo siento retumbante en mis oídos, pero me divierto demaciado aquí, esa pequeña gana de levantarse por una motivación. Podía estar con el.

- Como vas con los ejercicios que te da Angel?- se escucho una voz atrás de el.

- Ah, Ebe, muy bien, siento que podría dejar de usar las cintas para las notas- Respondí.
Algunas veces Angel tenía que hacer otras cosas y Ebe trataba de orientarme un poco, aunque siempre trataba de regresar lo antes posible y estar conmigo.

- Ebeeeee!- Se escucho desde el otro lado del salón, mientras que el joven de cabello largo se asercaba rápidamente a ellos con el instrumento en una mano y el arco en la otra.
-El es MI alumno, así que te agradecería mucho si nos dejas solos- dijo de forma cordial a lo que el otro solto una risa leve.
Es como si marcara su territorio.

-ese bemol que estás tocando se supone que va sostenido!- recriminó para que el pequeño de pelo risado tratara de hacerlo, a pesar de que le saliera mal de nuevo lo que hizo que Angel le mostrará como hacerlo bien.
Podría jurar que su voz podrían escuchar hasta el balcón con los de flauta.

Otro detalle es que simplemente estaba tres horas, y había un pequeño recreo de 30 minutos. A las 7 la mayoría ya se estaba llendo del lugar, pero muchas de esas veces se quedaban un cuartero de cuerdas una hora extra. Mi amigo junto a su hermana, Ebe y Angel. Pero cuando mi amigo se hiba, solo quedaban ellos dos. Solos. Juntos.
Don chacho se reusa a revelar información de que es lo que hacen cuando están ensayando, si solo es eso o algo más. Nadie nunca está en el cuarto donde pasan las cosas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Escalas de tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora