›Out Of The Woods • Ruikasa‹ [CANCELADA Y RESUBIDA]

⟨7⟩

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— Ew. Huele a basura.

— Es porque este barrio es una montaña de basura, lindo

Kaito y Tsukasa caminaban por el barrio recién creado por una fuerte explosión

Kaito decía que irian a tomar pruebas de algo, que no le quiso decir a Tsukasa

La gente de alli olía mal y se les quedaban viendo raro

Ahora que era un niñito mimado de la mafia, ver a personas corrientes le daba asco. No quería ni que le hablaran, por lo que estuvo pegado a Kaito todo el camino

— ¿No pudiste venir solo? Odio estos lugares.

— No, te necesito aquí. Te compraré un helado cuando terminemos

— No quiero helado

— ¿Qué quieres entonces?

— Quiero que me digas porque se formó este barrio de nacos, cuando era más pequeño recuerdo que esto NO estaba aquí. — Kaito soltó una pequeña carcajada y le dio palmaditas en el hombro

— No puedo decir Tsukasa, no insistas. Si tú mente es tan sabía, descúbrelo por ti mismo.

— ¿No somos socios? ¿No confías en mí? ¿Crees que no se guardar un secreto?

— No sabes guardar un secreto Tsukasa.

— Bueno... Pero si es confidencial si se! No soy un niño ya!

— ¿Tengo que repetirtelo? — Ambos dejaron de caminar y el mayor le pego suavemente en la cabeza mientras le sonreía — Analiza y ve los detalles. No es tan difícil con una mente como la tuya, Tsu. Eres privilegiado, una cosa tan fácil no te debe de carcomer la conciencia

Tsukasa se quedó pensando

¿Que cosa tan confidencial le escondia?

No había empezado a ser su mano derecha el mes pasado, ya tenía tiempo allí y aún no descubría el secreto detrás de la gran explosión en el norte de la ciudad

No tenía pruebas, y cada vez que le preguntaba a Kaito le decía que lo averiguara

Incluso para él, fue difícil.

Pero después de medio año dio con el clavo

Kaito no mandaba a matar a nadie solo porque se relacionaba con él. Su jefe sabía que él era inteligente y sabía que algún día sabría porque lo hacía

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— Eres un mentiroso

Tsukasa se quedó callado, mirando al suelo

— Mírame. — Le ordenó Kaito

No hubo respuesta por parte del rubio, se quedó mirando algo suelo

— ¡QUÉ ME MIRES PUTA MADRE!

Tsukasa alzó la mirada, temblando. No le convenía que Kaito se enojará con él

El peliazul se acercó a él mirándolo con rencor

— ¿Qué relación tienes con ese niño? — Pregunto, serio

— Y-yo no tengo nada con él, nisiquiera salgo de- — Kaito lo abofeteo dejandole una marca roja ardiente en su mejilla

— No digas mentiras — Kaito lo tomo de la camisa y lo pegó a la pared — Eres un desgraciado