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24/ 06/ 98

— Ya viene la policía, tenemos que irnos jefe.

— Espera.

Era una noche lluviosa y dolorosa. Digna de recordar

Era la primera vez que la mafia de la ciudad había actuado de tal manera en contra de la población

La autoridad de la mafia se arrodilló en el suelo mojado, frente a un niño en posición fetal llorando desconsoladamente

— ¿No te moriste? — Preguntó. Se suponía que habían matado a todos

El niño negó con la cabeza sin sacar la cabeza entre el espació de sus brazos y sus piernas

Kaito tomo el arma y le apunto en el brazo, no iba a dejar testigos vivos. Después de todo era la mafia, si no tenían asesinos reconocidos era porque no quería que los reconocieran, y dejar un testigo sería algo perjudicial

— Me hubiera alegrado dejarte vivo, pero no puedo hacerlo. — Apunto antes jalar el gatillo, el niño alzó la mirada. Dejando ver sus ojos color atardecer que por alguna razón cautivaron al mayor

—  Si quieres matarme, dispararme en la cabeza. ¿Le harías algo a un niño que no tuvo nada que ver con esto? — Preguntó el niño rubio.

La reacción de Kaito a esto fue rara. El chico se veía de unos diez años, no más. No sabia que en la escuela la enseñarán cómo matar a alguien

Entonces tomo su cabeza con fuerza, obligándolo a sacarla de ese escondite suyo. Lo hizo sacar el cuello, Tsukasa solo se dejaba tocar. Sabía que no tenía fuerzas para luchar con el

Lo miro unos segundos y se rió mientras se levantaba del suelo — No tienes a dónde ir, estás desamparado niño. Te daré un lugar en la mafia si te adaptas a mis órdenes. Yo seré el que te coordinará, ¿Que más puedes pedir?

Tsukasa lo sabia, no tenía a dónde ir. No tenía amigos apesar de ser tan guapo e inteligente, todos lo veían como un bicho raro

Tsukasa sabía igualmente lo que conllevaba "tener órdenes" del jefe de la mafia. Pero era eso o terminar siendo violado por un señor extraño de la calle

Kaito aún le extendía la mano para irse con él. Era eso, o nada.

Se secó la lágrimas y tomo su mano para levantarse. Su vida desde ese día no sería fácil y él lo sabia

El mayor le dio su capa mojada a Tsukasa, que igualmente estaba mojado

— ¿Y cuántos años me llevas?

— ¿Por qué te interesa saber eso?

— Para saber quién me va a obligar a desnudarme

— Vaya, eres raro, ¿No? — Kaito rió, ese niño si sabía a dónde se iba a ir. Le estaba empezando a ver bien, él jamás simpatizo con nadie, un demonio que nadie podía donar, lo domo un niño  —¿Cuántos años tienes tú?

Trece... Y medio.

— Ah, yo tengo 20

— ¿Te estás haciendo el joven?

— Soy un pródigo, para que sepas, adema- — Estaba a mitad de su discurso, cuando su teléfono móvil sonó

Mientras el sacaba su teléfono, Tsukasa lo miraba con asombró. Sabía que habian salido unos teléfonos de bolsillo, pero eran extremadamente caros y no se lo podía permitir

›Out Of The Woods • Ruikasa‹ [CANCELADA Y RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora