EXTRA

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GEMINI
CINCO AÑOS DESPUÉS

Gemini sonrió ante la risa que oyó en la otra habitación. Su hija y su esposo se reían juntos mientras jugaban a las escondidas con él.

-Listos o no, allí voy -gritó él desde la cocina, donde ellos lo habían hecho enfrentar la pared y contar.

La sala de estar era espaciosa, y algunas veces, él se sentaba en la esquina, en el sillón reclinable y tocaba para su familia en su nueva casa. Era lo suficientemente grande para toda la familia, lo suficientemente grande para que ellos crecieran. No extrañaba ni un poco su antiguo departamento.

Pasó a hurtadillas el corredor y espió dentro de la habitación de Sunny. Estaba cubierta de color rosa, el toldo del tono de la goma de mascar, y su cama hecha muy bien. Incluso después de todo este tiempo, a Fourth aún le gustaba mantener el lugar organizado.

Otra risita llamó su atención y él volteó hacia la otra habitación, tratando de permanecer tan callado como podía. Con tres años de edad, Sunny no sabía cómo jugar a las escondidas correctamente, pero la consentían de igual forma. Él daría cualquier cosa para hacer feliz a su hija.

Gemini se movió lentamente alrededor de la cama, notando el lazo rosa sobre la cabeza de su hija y gritó.

- ¡Bu!

Ella chilló alegre y corrió hacia sus brazos. La alzó, envuelto por su suave esencia. Sobre su cabeza, le sonrió a Fourth y observó mientras se estiraba sobre su cama.

-Estoy exhausto -dijo Fourth, cubriendo un bostezo con su mano.
Sunny gateó fuera de los brazos de Gemini.

-¡Quiero dormir con papi! ¡Papi!
Ella corrió para buscar su manta favorita y Gemini se unió a Fourth sobre la cama. Lo jaló en sus brazos.

-Cierra tus ojos -dijo él-. Llevaré a Sunny a la cama.

-Estaba pensando en que ambos podríamos llevarla. Y luego, quizás tú podrías llevarme a mí a la cama.

Su estómago se apretó y su polla creció contra él.

-¿Ah, sí?

-Sí. Estas pensando... en que quizás, podríamos hacer otro bebé.

Se puso duro como roca y lo besó de nuevo.

-Esa es una muy buena idea. Meteré a Sophie en la cama. -Él sacudió su cabeza-. Sin discutir. La meteré en la cama. Y tú, desnúdate. - Dió un beso a la marca de su cuello.

Fourth sonrió.

-De acuerdo.

Y mientras él ponía a su hija en la cama, con su esposo desnudo en la otra habitación, supo que tenía todo lo que un Alfa podría pedir. Y no cambiaría ni una cosa.





















FIN












Hola!
Honestamente está historia es muy corta así que la edite en sólo dos días.
Les agradecería que me comenten si ven algún error en la adaptación.
Seguiré publicando historias de esta Shipp.

MI VECINO ||GEMINIFOURTH||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora