Ryusui Nanami

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Protagonista.

Asustada, corrí en su dirección cerciorándome de que todo estuviera en orden.

—¿Estás bien? ¿No te duele nada? —pregunté de forma apresurada tratando de hacerlo entrar en razón

Me arrodille delante de Senku mirándolo con atención, había caído desde muy alto. Solo me dí cuenta cuando Gen grito: "¡Cuidado con el rábano!"

Senku se veía algo desorientado, parpadeando muchas veces y lanzándome argumentos de por qué la muerte de Kennedy es una conspiración.

—¿Por qué rábano? Los rábanos son rojos... —susurré aún atendiendo a Senku. Lo miré con atención apoyando una mano en mi mentón, ¿O será que soy daltónica y tiene su pelo rojo? —No, no estoy diagnósticada con protanopia —continúe confusa.

Taiju llegó corriendo a mi lado, llorando al ver a Senku en tan mal estado, pero en realidad solo estaba desorientado. Lo llevamos a que descansará un poco, a lo cual se negaba rotundamente, y me dí cuenta de lo poco que había estado durmiendo últimamente.

—Dios...—. Un jadeó de decepción salió de mis labios.

Podrás ser el mejor líder científico del universo, pero parecía que no era muy consciente de su estado físico.

—¿Qué? Duermo más de lo necesario, estaré bien —se excusó, obviamente ofendido. Le dí una infusión para el dolor de cabeza, la bebía completamente indignado, sentado sobre su cama.

—¿Tus diez horas diarias?—. Lo miré de reojo cruzándome de brazos.

—Siete.
—Diez —corregí sonriendo con gracia.

Hace no más de unos meses había despertado en este nuevo reino científico. La humanidad como la había conocido desapareció enteramente.

Tenía conocimientos médicos bastos, a eso mi resurrección. Bueno, se debió más que nada las conexiones que yo poseía en alguien que había sido despertado antes que yo.

—Ryusui... —susurróé, acaricié su cabello al verlo tan malogrado.

Todos los que venían aquí estaban de con un rasguño, o algún mal estar en el que podría ayudar, pero Ryusui no se limitaba a una vez por semana, tal vez hasta cuatro. Él sonreía tontamente mirándome con atención.

—¿Si, cielo? —murmuró, sin dejar de verme. Podía notar ese brillo en sus ojos. ¿Tendrá una contusión?

El estilo de mis herramientas aún era rudimentario, pero más avanzado de lo que esperaba que me pudiera brindar Senku. Cuando lo miré casi chillo de la emoción, creí nunca ver nada igual.

Más no pensaba que me las regalaría para que Ryusui no se viniera matando un día de estos. Podía adivinar que la mayoría de mis instrumentos médicos se irían en él.

—¿Vas a decirme con qué tabla tropezaste mágicamente?—. Sonreí divertida.

Quice tomar una silla para sentarme, pero Ryusui se apresuró a levantarse acomodandola por mí. Antes de sentarme, lo miré conteniendo una risa.

—¿Qué? ¿No puedo hacer un gesto amable por mí amada? —exclamó con inocencia.

Noté esa sonrisa coqueta en él, no intentaba ocultar sus segundas intenciones llegando a mi jornada de trabajo con supuestas: "Heridas de gravedad". Me senté sin más, y poco después el volvió a sentarse delante de mí.

—Adelante, mi pobre paciente herido, ¿Qué ocurrió esta vez?—. Sonreí cómplice inclinando mi cabeza hacia un costado.

—En mi defensa, yo no miré las tablas —habló, sonriendo con dulzura.

—Ajá —respondí. Obviamente no crearía nada de lo que me dijera, ya había aprendido la lección hace tiempo. Nunca me burlaría de sus tontas sonrisas enamoras, o esos hermosos ojos marrones de venado.

Era preciosos, ¿Qué podía hacerle? Me volvían loca, también era un problema de competencia laboral de mi parte por no hechar lo y darle un trato especial a mi amado.

—He estado muy agitado últimamente, ¿Sabes? —exclamó apuntandose con su dedo. La silla en la que estaba yo era la de los pacientes, pero al ser más cómoda se negó a no cederme la.

No dudaba que en algún momento se cayera sobre ese banquillo, comparado conmigo, mi figura era mucho más pequeña, el banquillo no tendría problema hasta que le toca soporar el peso de un marinero que pesa el doble que yo.

—Oh, sí, tus recurrentes visitas me lo demuestran—. Asentí con una sonrisa.

Soltó una suave risa. Su cuerpo descanso sobre la silla abriendo sus piernas, empujando sus caderas. Lo miré con atención entrecerrando mis ojos. Bien, tiene que detenerse ahora mismo.

—¿Crees que sea la adrenalina? ¿El estrés? Necesito desestresarme —dijo de forma pausada, mirándome con atención. Se me escapó una leve risa nasal. Mis mejillas se sentían acaloradas, más de la lujuria, de la ternura.

—¿Necesitas o quieres? —respondí poniéndome de pie. Me paré a su lado apoyando una mano en su hombro, acariciándolo con suavidad.

—¿No es lo mismo? —susurró, coqueto. Su brazo envolvió mi cintura de forma perfecta atrayendome a él. No resistí más sentándome en su pierna. Su mano se abrió sobre mi espalda sosteniendola a la perfección.

—Te ves muy bien hoy, mi Ryusui —susurré acunando su rostro bajo mis manos, acariciando sus mejillas.

—Gracias... —susurró contra mis labios. En cuestión de segundos, toma mi mentón atrayendome hacia él, besando mis labios con fuerza. Aún con algo de sorpresa correspondi a su beso acunando su rostro entre mis manos.

—Oye, Doc, está cosa solo hizo que me doliera...

Me separé de él avergonzada, ocultando mis rostro entre mis manos y apoyando mi frente sobre su hombre. Esa era la voz de Senku.

—Eh...—. Escuché el jadeó avergonzado de Ryusui. No dudaba que ahora mismo el maldito se estuviera riendo. Me levanté dando media vuelta evadiendo la mirada de mis compañeros.

—¡¿Qué haces aquí?! ¡Vete a trabajar, marinero! —gritó Senku acercándose a nosotros.

—Estoy herido —se excusó encogiéndose de hombro, sonriendo de forma astuta. Volví a ver a ambos ocultando mi sonrisa avergonzada con la palma de mi mano.

—Herido, herido te voy a dejar, ¡Casi muero por tu velero!

—Bien, bien...

Solo escucho sus disputas hasta que Senku consigue sacarlo de aquí, indignado. Sin duda lo que yo le había dado y sus obvia falta de sueño lo tenían irritado.

—¿Qué me ves? —preguntó Senku de brazos cruzados, sentando delante de mi.

—No, nada —respondí conteniendo una carcajada.

—Más te vale—. Me señaló, entrecerrando sus ojos con sospecha.

1000 palabra.

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⏰ Última actualización: Sep 17 ⏰

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