Resulta que el Rindou, en su onda locochona, decidió aventarse un fiestón en su casa. ¡El vato tenía todo al tiro! Compró botanas, bebidas de las chidas y hasta armó un mix ahí para poner el ambiente a toda madre. Y el compa Ran, pobrecito, todo resignado se encerró tempranito en su cuarto, sabiendo que no iba a pegar ojo en toda la noche.
La fiesta iba en su apogeo, ¡todo mundo haciendo su desmadre en la pinche casa, tomando y bailando! Y el Rindou, bien lucido con sus dotes de DJ, puso la música a todo lo que daba. Hasta los vecinos le echaban porras.
Entre más ambiente, ahí va el compa Rindou, toma que toma, poniéndose hasta las chanclas. ¡Imagínate, tan bueno estaba el relajo que hasta Kakucho andaba haciendo trenecito e Izana ya hasta clases de danza andaba queriendo dar! Pero llegó un punto en que Rindou ya estaba bien jarras y armó su mezcolanza musical: A ver, un mashup de "El aventurero" de Pedrito Fernández, con "Lo qué pasó, pasó" de Daddy Yankee, la rolita de Axel la rana, más la rolita de pueblo lavanda, sonidos de delfines y ballenas y "Du Hast" de Rammstein. ¡Qué chingue su madre, eso sí que es un mix raro, ya ni el Paquetaxo!
En ese momento nomás el Sanzu entendía ese pedo, porque era el único que estaba parado y si se le puede llamar bailando a lo que hacía. Sepa la bola si era tectonik, perreo intenso o convulsiones. Y en un momento de inspiración, el Rindou este se quiso aventar un paso épico, para hacerle segunda al "ajolotito" Sanzu, y sin darse cuenta, en su mensada, se acercó a las escaleras y ¡el muy imbécil terminó rodando escaleras abajo!
Al día siguiente, el Rindou despertó todo mallugado y vió que toda la banda está tirada por la casa, un desmadre total. ¡Y lo peor es que vió a un loquito vagabundo que entró y se puso a robar unos discos que tenían ahí! ¡Y cuando el vato vió que el loquito se estaba llevando los discos de Luis Miguel, ahí sí se encabronó! Salió corriendo detrás del loquito, pero el vato era más rápido que el mismísimo Speedy González, ¡y pobrecito Rindou no pudo atraparlo! ¡Y adiós a la discografía de boleros de Luis Miguel! Pa' acabarla eran de Ran. Hasta yo sentí la regañada. Rindou se agüitó hasta el alma.
Cuando llegó el momento de enfrentar a Ran, este no le dijo nada por los discos del Luismi ya perdidos. Así que el trenzudo contó lo que obviamente Rindou ya no recordaba. Cuando Rin se estaba dando tremendo putazo en las escaleras, Ran salió en chinga de su cuarto, ahí va el vato con su mascarilla de aguacate al rescate de su carnal. Lo levantó del piso, lo llevó a un sillón, le sostuvo un balde pa que wacariara Agustín Lara jajaja y en eso el Rin se sinceró. "Ay Ran, tú sabes que yo te quiero rete harto" y lo abrazó y le dio un beso en el cachete. Jajajaja, le valió madre hasta la vomitada al Ran, le gustó escuchar el "te quiero" de su hermano.
