Prólogo

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Yūji Itadori

Yo siempre amé las fotos. Desde que mi abuelo murió y quedé solo, la fotografía fue mi lugar seguro; todo el tiempo iba a parques y plazas para tomar alguna que otra foto. Solo que un día normal la ví pasar a ella, tenía una linda cara y se le veía con una gran seguridad. Solo por mis instintos decidí tomarle una foto; se que no debí hacerlo sin preguntarle, pero por alguna razón, lo hice.

Tal vez estuve mal, pero no me arrepiento de eso, porque yo sé que la búsqueda de ella valdrá la pena. Mientras más miraba la foto, más hermosa era esa chica ante mis ojos.

No sabía quién eras, pero aún así quería saber de tu existencia.

Nobara Kugisaki

Yo desde pequeña fuí muy rebelde, aunque eso no quitaba lo femenina y amante de la moda que era. Pensé que no viviría bien fuera de mi pueblo, pero los arrogantes de mi familia me envian dinero rogando que vuelva a ese estúpido lugar, por lo que no me es necesario trabajar. Un día que caminaba en un parque, lo ví a él; un chico peli rosa y alto. No le ví la cara porque me estaba tomando una foto, solo noté el flash de la cámara.

Pudiste pensar que estuvo mal tu acción de tomarme una foto sin mi consentimiento, pero la verdad me agradó la gran energía que tenías al tomar la imágen.

El rosa jamás combinó conmigo, pero esta vez encajaba perfectamente.

Jamás imaginamos que nuestras vidas se cruzarían tan repentinamente.

Fotos y Conexiones | Itakugi/ItanobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora