Peter Pan // Limerencia

Capítulo.2

La luz del brillante sol  la despertó.

Observo su alrededor y se percato que estaba en una jaula hecha de palos y ramas. 

Eso sería muy fácil de quemar.

Con toda la intención de quemar todo, creo poderosas llamas de fuego pero... no salió nada. Volvió a intentar y fue inútil, comenzó a sacudir sus manos con preocupación.

-¿Qué está mal?- se cuestionó así misma obligándose a crear aunque sea una chispa.

-Nada.- volteó hacía un costado, mirando la figura del chico que había aparecido es su habitación. -La jaula, obstruye la magia.-

-Tú.- lo miró con desperdicio.

-¿Yo?- se señaló burlón.

-¿Quién eres?-

-Cierto, por cuestiones de seguridad no me pude presentar. Soy Peter, Peter Pan.- sonrió maliciosamente.

El aire se le fue, sintió una terrible opresión en el pecho y como el color se iba de su cara.

-Pe-peter pan...- balbuceo.

-Veo que te han contado de mi.- se acercó a la jaula y como si fuera un imán, Brid lo repelo pegándose al otro extremo. -¿Qué te han dicho linda?, tengo curiosidad.-

La mente de la pelirroja daba vueltas de tanto pensar, tenía que salir de esa jaula, si lograba hacerlo tenía fe de que lograría derrotarlo. 

-Me dijeron que eres un idiota que no sabe distinguir entre personas y animales, te doy una pista, las personas no se meten en jaulas.- optó por provocarlo, con suerte la sacaría para enfrentarla.

El chico soltó una carcajada. -Y quieres que yo te de una pista, no me provoques, no terminara bien.-

Brid se acercó al lado donde el estaba y se acercó a su rostro. -Apuesto que no.- sonrió, estaban a escasos centímetros, lo único que los separaba era los palos de madera.

Aunque pareciera burlarse de Peter, por dentro estaba temblando, tenía tanto miedo, pero solo quedaba aguantar y no mostrar debilidad.

-Niña, niña, ¿Qué voy hacer contigo?- golpeo la madera repetidas veces con su dedo.

-Déjame salir y te ayudo a reflexionar.- Pan río.

-Mmm, lo pensaré.- y sin más se esfumó.

Brid exhalo dejando salir toda tensión acumulada.

"Necesito armar un plan para largarme de aquí." sin duda no sería fácil.

Poco tiempo después

Había perdido la cuenta de cuanto llevaba ahí, solo sabia que era de noche y dormir tanto desorientaba, lo estresante es que no tenía ni espació para estirarse completa, su espalda la estaba matando.

Pero lo peor, sin duda, era que no sentía ni una gota de agua en su sistema, su garganta reseca dolía y aunque no lo había intentado sabia que le costaría hablar. 

Recordó su habitación cómoda y la facilidad que tenia en ir a la cocina y servirse un enorme vaso de agua lleno de hielos, la culpa por no haber sido mas agradecida la invadió.

También varios niños perdidos le aventaban piedras y le jalaban el cabello para después salir corriendo como intento de divertirse y jugar. 

Cuando uno de ellos lanzo una roca dándole justo en la frente.

-Hey, largo de aquí mocosos. Le diré a Pan lo que hacen con su rehén.- dijo un joven espantando a los demás.