El castaño despierta en una habitación repleta de blanco y lo único colorido es una cortina azul que lo separa de los demás pacientes.
¿Qué pasó? No logra recordar nada. Lo último en su mente es haber salido de casa para ir a trabajar. Hace el intento de reincorporarse en la cama para ponerse de pie, pero de inmediato una enfermera que iba entrando lo detiene y le pide que se calme.
"¿D-dónde estoy? ¿Qué pasó?"
"Está en el hospital. Déjeme hacerle unos chequeos y en un momento un conocido suyo vendrá a verlo. Tranquilo."
A pesar de no estar de acuerdo con lo que decía la fémina, Osamu termina accediendo a dejarse hacer toda la revisión necesaria, sólo para que le permitieran hablar con alguien de confianza que esclareciera sus dudas.
. . .
Un par de horas más tarde, un albino de iris heterocromáticos entra a la habitación del vendado y esboza una suave pero melancólica sonrisa.
"Dazai-san, me alegra verlo bien.""¿Atsushi-kun?" Confundido lo mira, no entiende nada. "¿Qué pasó?"
"... Tuvo un accidente hace un par de semanas." Responde el menor mirándole con sincera pena. Osamu frunce el ceño, ¿cómo podría olvidar algo así?
"¿Qué fecha es hoy?"
"Diez de junio. Su accidente sucedió el veintiocho de mayo."
"Mmm... Entonces tengo amnesia porque yo recuerdo que el veintisiete de mayo me había levantado para ir al trabajo." Osamu suspira, no puede creer la pésima suerte que tiene como para estar viviendo esto.
Habla un poco más con Nakajima antes de que éste sea echado por las enfermeras, ya que al confirmar la falta de recuerdos por parte del paciente, se debe proceder con estudios para corroborar qué tan grave es su situación.
En cualquier caso, el castaño no ve mayor problema en olvidar unas pocas semanas de su vida. Después de todo, aparentemente aún recuerda su nombre, edad, dirección, trabajo y compañeros.
Sin embargo, tiene la sensación de estar olvidando algo más. Algo que era importante. O tal vez no tanto, ya que por algún motivo de fuerza mayor desapareció de su mente.
. . .
Unos días más tarde, es dado de alta. Junto con Kunikida y Atsushi-kun, llega a su departamento, el cual se encuentra bastante limpio. Supone que su pupilo albino lo ha limpiado. Se acerca a uno de los cojines que hay en el suelo para sentarse, luego libera un pesado suspiro.
"Muchas gracias por acompañarme." Musita con calma y una leve sonrisa, está cansado. Probablemente descansó bastante en el hospital, mas se siente agotado por todos las pruebas que tuvo que realizarse.
"Es raro que agradezcas, Dazai." Puntualiza el rubio de anteojos, enarcando una ceja en dirección al hombre que logra fastidiarlo sólo con existir. "¿Estás bien? ¿Quieres volver al hospital?"
"¡No! No, no. Estoy bien. Simplemente quería expresar mi gratitud por una vez..." Comenta con una risa sufrida. Odió estar postrado en cama y sometiéndose a resonancias magnéticas. Hay una pizca de sinceridad en sus palabras. Sus compañeros han hecho demasiado por él desde que entró al hospital. "¿Mañana tendré que ir al trabajo?"
"Lo ideal sería que sí, Dazai-san, he estado ayudándolo con su papeleo pero hay algunos documentos que sólo usted puede llenar." Responde el más joven de los tres con cierta vergüenza, pues desearía que su mentor pudiese descansar hasta recuperarse por completo.
Osamu aún porta algunos rasguños en su rostro y cuerpo, además de tener que usar un bastón al dañarse unos ligamentos de la pierna derecha. Debe asistir a terapia por unos meses para volver a estar bien, como antes.
"Moh, está bien. Entonces nos vemos mañana ¿sí? Quisiera dormir."
Con aquellas palabras, el albino y el rubio decidieron retirarse, no sin antes asegurarse de que el vendado no tenía nada al alcance de su mano para hacer una tontería. Necesitaban descansar de cuidarlo, al menos por una semana. Es drenante estar pendiente de alguien como Dazai, lo valoran mucho y no quieren que fallezca en un futuro próximo.
Al estar completamente solo, Osamu se recostó en su futón y durmió como un bebé. Tenía tanto, tanto sueño y cansancio.
. . .
En sus sueños hay un hombre pelirrojo de ojos azules que lo está abrazando y repartiendo besos en su rostro.
¿Quién es?
"Osamu, oi." Lo llama y el castaño lo mira, confundido. "¿Qué te pasa, tonto? ¿Por qué me miras así?"
Dazai no es capaz de responder, simplemente lo mira en silencio. Siente un vacío en el pecho. Quiere llorar. Sus pulmones están sufriendo, necesita oxigeno.
Desesperado, aleja al otro. Le incómoda mucho el afecto de una persona desconocida.
"¡N-no me toques!"
"Osamu, amor, tranquilo. Estoy aquí para ti ¿sí?"
No, no, no. Todo esto está mal. Se siente jodidamente incorrecto, falso, doloroso. Los bellos iris oceánicos lo miran con compasión, pero el castaño sabe que es una maldita mentira. Él no lo quiere de verdad.
. . .
Jadeante y asustado, el castaño despierta solo en su habitación. Traga saliva. ¿Quién carajos era ese hombre? ¿Por qué lo trataba con amor? ¿Y por qué aquellas muestras de cariño, en vez de reconfortarlo, lo angustiaron a tal punto de hacerle imposible respirar?
Joder.
Sus hábiles atrapan las sábanas en fuertes puños, no quiere volver a sentirse así. La maldita ansiedad lo matará algún día.
Se levanta y se mete en la cocina. Necesita un té para relajarse antes de lanzarse por la ventana de su pequeño departamento. Quién diría que un simple sueño lograría desestabilizarlo a tal grado.
Sea quien sea ese sujeto, espera nunca cruzárselo. Aparentemente era alguien cercano, pero él no recuerda siquiera haber tenido un novio. A él le gustan las mujeres... ¿O será que debido al accidente que sufrió, olvidó su aventura con algún hombre y ahora lo recordó?
Ugh. Espera equivocarse. La sola idea le causa escalofríos.
No obstante, lo mejor sería preguntar mañana a alguien sobre el sujeto de sus sueños, ¿qué tal si es alguien importante? Lo mejor es obtener información.
Le preguntará a Ranpo al respecto, es el único que le dirá la total verdad. Por ahora regresará al futón, apenas son las tres de la madrugada y necesita descansar para lidiar con todo el papeleo que lo espera en su escritorio. Qué horror... No era tan malo estar hospitalizado, ahora que lo piensa. Ahí no tenía que lidiar con el trabajo ni otras preocupaciones de la vida de adulto.
Se cubre totalmente con las mantas y se deja llevar por los brazos de Morfeo. Mañana será otro día. Mañana conseguirá respuestas.

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Olvido [Soukoku]
FanfictionUna solitaria noche, Dazai Osamu fue atacado por los recuerdos de un viejo ¿amor? O tal vez sería mejor decir, de la persona que más lo lastimó. A día de hoy no ha logrado seguir su vida sin revivir las heridas de esa catastrófica relación que const...