Yūji despertó sintiendo su cabeza doler a mares, tanto que tuvo que sostenerla bien porque pensó que en cualquier momento esta se caería y comenzaría a rodar como si de un balón de fútbol se tratara, tenía que tranquilizarse y saber en dónde estaba, si estaba en casa o en otro lugar.
—Yūji ¿Estas bien? — escuchó que le llamaba, era Gojō, lo sabía por su voz, pero no sonaba a él, era más joven, así que seguía en el pasado.
No quiso verse algo decepcionado, pero lo estaba, pensó que finalmente podría estar junto a sensei, volver a verlo, sentirlo, ahora seguía en el pasado, no podría ver a sensei y mucho menos a sus amigos.
—Yūji-kun — esta vez fue la voz de Getō-senpai, quien también había entrado a la habitación en donde se encontraba — que bueno que te encuentras bien, pensamos que habías regresado a casa — le dijo mientras soltaba un suspiro, no sabía si casado, resignado o de alivio.
—Yūji-kun ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Llamamos a Shoko para que te revise? — el albino seguía hablando tan rápidamente que no lograba entender del todo lo que decía, solo pudo asentir porque no quería que Ieiri-senpai viniera a él, tal vez ella se encontraba ocupada.
—Estoy bien Getō-senpai, Gojō-senpai, no tienen nada de qué preocuparse — apenas pudo responder, algo cansado volvió a cerrar los ojos por otro par de minutos, quería saber exactamente qué había pasado, ¿Qué era ese lugar en donde había estado? Gojō-sensei se veía completamente preocupado por él, necesitaba regresar a casa y decirle que estaba bien, que no tenía nada de qué preocuparse.
Estuvo con los ojos cerrados por un par de minutos, minutos en los cuales había escuchado a sus dos senpais hablar y discutir de algunas cosas, pensaban que se encontraba dormido, pero ¿Cómo podía dormir cuando su cabeza era todo un lío?
No era hora de discutir, era hora de buscar una solución y poder regresar a casa, sabía que en el momento en que Gojō-sensei se diera cuenta de su desaparición, haría todo lo posible por encontrarlo, aunque eso signifique estar en contra de los peces gordos, tenía que idear un plan o encontrar la solución de poder regresar a casa, lo primero que pase está bien para él no importa cómo, él lo iba a lograr.
—Senpai, necesito regresar a casa — dijo seguro de sí mismo — ya no puedo seguir aquí — los miro a ambos de manera fija, sabía que el albino no estaría del todo de acuerdo, habían compartido días felices, pero tenía que ser sincero con él mismo, no era igual estar ahí, que estar con su Gojō-sensei, era completamente diferente, además, no quería siquiera pensar que su estadía en ese sitio pudiera afectar aún más su futuro, otra razón para tener que regresar.
—Espera Yūji, aun no puedes irte, aun no encontramos una manera para que te puedas ir — el albino fue el primero en acercarse a él, lo tomó de las manos y sintió como le apretó gentilmente, aunque en sus ojos podía ver la clara desesperación por su reciente declaración de partida.
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Pequeño Problema | GoYuu
FanficYūji tenía un problema y uno muy grande, había terminado regresando en el tiempo y, además lo afectó una maldición que terminó por volverlo pequeño, necesitaba buscar la manera de poder regresar a casa sin ningún inconveniente más. Historia comision...