Entonces Bioy Casares recordó que uno de los heresiarcas de Uqbar
Había declarado que los espejos y la cópula son abominables,
porque multiplican el número de los hombres.
Jorge Luis Borges: Tlon, Uqbar, Orbis TertiusNo logro dormir. El simple recuerdo de su visión me mantiene despierto, nervioso, a la espera. Los ojos me pesan, arden en los bordes, acompañados de latidos en la frente. Pero no debo cerrarlos. Continúo a la espera, la mirada fija en el espejo imperceptiblemente iluminado de polvo, de materia gris, de partículas de luz flotando. A lo lejos, sólo a lo lejos, se oye el ladrido de un perro encerrado, rasgar el viento con sus feroces dentelladas. Aún no llega, aún no aparece.
La noche en que se presentó lo hizo de manera violenta, penetrándome. Sentí un gozoso placer semejante al vicio o la consumación de lo prohibido. Hasta que entré en razón. Traté de incorporarme, pero ello me sujetaba de la nuca al tiempo que gruñía en mi oído. Era algo como una risa opaca confundiéndose con el balido de una cabra. Cuando recobré el control de mi cuerpo, giré en un impulso por saber qué era, revisándome. Mis pupilas tardaban en dilatarse, en reconocer las formas, asignar nombres. Pero ahí no había nada, sólo el rectangular espejo reflejando mi rostro sombrío, ausente, desencajado. Entonces intenté relajarme, conciliar el sueño. Comenzaba acomodarme en la cama cuando lo vi de nuevo.
¿Cómo describir lo inefable? ¿Cómo cristalizarlo en lenguaje? Quizá comprendas mi noble aspiración:
Me encontraba solo ante algo inmemorial, reconociéndonos mutuamente en Lo otro, suspendidos en el tiempo, un estado generativo. Atemorizado, busqué refugio bajo la oscuridad de las sabanas, en lo materialmente comprobable. Mi mente se esforzaba por explicarlo, otorgarle un orden, reducirlo a lo cognoscible, deslizarlo a los límites de las asociaciones. Todo fue vano, inútil. Perdí el sentido.
No sé cuántas noches han pasado. Siempre es lo mismo. Continúo a la espera, la mirada fija en el espejo. Me pesan los ojos, arden en los bordes. Puedo sentir cómo van cediendo al cansancio. Lentamente, en silencio…Voy durmiéndome bocabajo.

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Intempestivo
HorrorIntempestivo es una selección de nueve relatos breves pertenecientes al género fantástico, en donde se explora lo Otro, la alteridad, desde distintas perspectivas, siempre en atmósferas de misterio y de horror. También, la selección de relatos juega...