𝙏𝙚 𝙌𝙪𝙞𝙚𝙧𝙤

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𝙱𝚊𝚜𝚎 𝙼𝚒𝚕𝚒𝚝𝚊𝚛, 𝚁𝚎𝚒𝚗𝚘 𝚄𝚗𝚒𝚍𝚘.


La habitación de Ghost se había vuelto un lugar muy cálido, estaban ambos en la cama y Ghost había sacado este lado que creía nunca tendría, un lado en el cuál se veía tan vulnerable y a la vez tan protector.

_____ es como algo tan delicado, que quiere protegerla a costa de todos y a su vez sabe que si algo le llegara a pasar le dolería en el alma, mataría a quién sea si eran capaz de solo tocarle un pelo. 

Ghost estaba abrazando a ____ mientras le daba repetidas veces besos en la cabeza, le encantaba su aroma, le encantaba el hecho de saber que ella estaba ahí en sus brazos. 

Le encantaba el poder que tenía sobre ella y la posesividad que sentía marcando su territorio de esta forma, si fuera por él estaría dispuesto a contarle a todo el mundo que ella era suya, solamente de él y de nadie más. 

- No entiendo como mi cerebro procesa el hecho de saber que eres la chica más hermosa del mundo - Acariciaba su cabello mientras seguía con los besos repentinos.

- ¿En serio crees eso?

- Iba a decir que eras la chica más bonita que he visto pero aún me queda mucho y sé que así vea a muchas mujeres ninguna se comparará con tu belleza.

- Ya no seas rudo conmigo - _____ hizo un puchero.

- Si te portas bien ya no habrán más castigos.

- Siempre me porto bien

- Lo sé, princesa.... Son los demás que ven las cosas negativas de ti y no los entiendo porque yo no veo ningún defecto.

Los días pasaban, cada vez más Ghost se daba cuenta de lo que llegaba a sentir por ____, claro que había tenido novias antes pero solo por placer, una de sus metas era no irse de este mundo sin antes sentir amor por alguien y en este momento se estaba siendo realidad. 

Una realidad de magnitudes indescriptibles ya que no esperaba que una chica lo atrapara así, no pensaba que así se sentía el amor, estar siempre pegado a alguien y no querer irse de su lado. 

¿Ella también se sentirá así? se preguntaba cada vez que la veía, claro que sí, se aseguraba él mismo, es eso, algo que sienten los hombres cuando les dicen sobre la mujer correcta. 

Cada vez que la veía no podía evitar que su corazón diera un vuelvo y las ganas de abrazarla lo invadían, las ganas de besarla y hacer suya. 

Estaba obsesionado, le encantaba imponerse y hacerle ver que él era el que mandaba en su dinámica de relación. 

Los constantes castigos sexuales, las contantes demostraciones de poder y sobre todo los celos y posesividad, era algo que a ambos les encantaba. 

A él le encantaba que ella sea suya y a ella le encantaba ser suya. 

Mess - 𝐒𝐢𝐦𝐨𝐧 "𝙂𝙝𝙤𝙨𝙩" 𝐑𝐢𝐥𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora