Prólogo

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No es que este mal, pero mamá siempre pelea por todo y por nada a la vez. Mi vida no es la mejor, sí, estoy agradecida con mi madre por todo, lo que sucede es que me estresa en ocasiones.

Como por ejemplo ahora.

—Zasly, te he dicho que laves los platos maldita mocosa haragana—gritó mi querida madre.

—Ya voy madre—respondí mientras dejó mi libro en la cama, baje con cuidado las escaleras y entre a la cocina para hacer mi labor.

Mientras lavaba los platos escuche los gritos de mi madre y a mi hermano responderle con que lo dejara en paz.

La puerta delantera chocó con fuerza cuando mi hermano salió enojado. Mi hermana entró a la cocina con algunos platos sucios y lo dejó en la encimera de la cocina.

—Serli lava esos platos—le ordené enojada.

—No. Tú eres la que está lavando los platos no yo—habló con ese aire de tu eres la chacha aquí no yo.

Rodé los ojos. Seguí con mi labor, al terminar regresé a mi habitación, tomé el libro, empecé a leerlo perdiéndome entre esas páginas llenas de emoción y aventura.

Quedé dormida tras unos segundos.

—Un mundo lleno de aventura te espera donde serás feliz—un murmulló me despertó. Mire a todas partes sin lograr ver nada ni nadie.

Deposité el libro en mi mesita y me dirigí al baño.

—Zasly. Un mundo lleno de aventura te espera, serás feliz—volví a escuchar el murmulló, pero esta vez más cerca, sin embargó no había nadie conmigo en esos momentos.

Atrapada en un mundo de fantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora