Mini Historias [kotadore]

No todo dura para siempre

En un futuro lejano, una adorable anciana estaba tomando el té tranquilamente su inquieta nieta entra en la habitación.

"¡Abuela! Mira lo que hicimos hoy en la escuela."

Su nieta le mostró un pequeño jarrón hecho de barro, estaba algo deforme, pero tenía su encanto.

"Es precioso, deberíamos ponerle flores y ponerlo en la estantería de la sala, quedaría hermoso." Dijo con una sonrisa en sunarrugado rostro.

Su nieta asintió con la cabeza y fue corriendo a buscar algunas flores que poner en el jardín. Mientras tanto la abuela se quedó sola en la habitación bebiendo el té con tranquilidad.

Ya estaba atardeciendo, la abuela miró hacía el cielo, soltó un suspiró y volvió la mirada a la taza de té que tenía en sus manos.

"Ha pasado el tiempo muy rápido..."

La abuela tenía un aire melancólico, recordando los momentos de su juventud. Momentos inigualables.

Su nieta entró y vio el estado de su abuela, se acercó a ella con un pequeño ramo de flores de margaritas y se  sentó a su lado.

"Abuela, ¿hechas de menos al abuelo?"

Ella tenía miedo de su reacción, pero tenía curiosidad. Sabía perfectamente que el abuelo y la abuela estaban muy unidos y que se conocían desde muy jóvenes. Tal vez la abuela se sienta sola.

"Aveces"

Se sintió realmente mal por ella, quería animarla y distraerla así que rápidamente  intentó cambiar de tema.

"Mira, ya traje las flores, ¡pongamoslas juntas en el jarrón!"

Su abuela asintió con una sonrisa a su nieta, y empezaron con la actividad. Al terminar lo colocaron en un estante dejando la habitación con un poco más de vida.

La abuela estaba mirando la exitosa tarea que habían realizado, pero pronto dirigió su mirada a otra cosa. Su nieta que es muy perspicaz lo notó enseguida.

"¿Que pasa abuela?"

La abuela señaló con el dedo a una vieja muñeca, era de esas muñecas que colocabas en forma de plegaria en la festividad de Hina matsuri. Mejor conocido como el festival de las muñecas.

"Esa muñeca, cada vez que la veo me trae muchos recuerdos. Ahora que lo pienso pronto será el festival"

"¿Que clase de recuerdos abuela?"

"Bueno, mi familia tenía una tradición, tal vez es solo una tontería pero me hacía muy feliz, mi madre hacía una plegaria por mi y mi hermana menor para que crezcamos sanas y fuertes. Ah, me acuerdo que el día que la familia del abuelo y la mía se conocieron fue en el día del festival de las muñecas, fue muy divertido"

La nieta escuchaba las historias de la juventud de su abuela. Siempre decía historias de brujas, magos, magia. Todas eran muy interesantes y le gustaban mucho, otras veces le hablaba de su relación con el abuelo de niños. Al parecer se no se llevaban para nada bien.

"Abuela, ¿podrías hacerme lo mismo a mi también? ¡Tengo que seguir con tu legado!

Su abuela se rió gentilmente asintió con la cabeza.

"Vamos ven aquí, siéntate delante mio"

La nieta rápidamente hizo lo que le indicó su abuela. Las manos arrugadas de su abuela acariciaron su cabeza y empezó a recitar las mismas frases que hacía su difunta madre, la bisabuela. Al acabar, la nieta miró a la cara a su abuela con una enorme sonrisa.