Abro los ojos de a poco al sentir un olor a alcohol y al ver el algodón y una mano me trato de sentar de golpe ganándome un dolor de cabeza insoportable.
-Hasta que despiertas. -Habla Sebastián mirándome serio.
-¿Que paso?.. Joder que dolor de cabeza. -Hago mala cara sentandome en la cama.
-Te Drogaron. -Suelta sin más y yo me tenso.
-¿Es broma? -Lo miro esperando que lo sea.
-Intenta recordar. -Me pasa una pastilla y agua que miro desconfiada.
Hago lo que me dice y lo único que ganó es un dolor punzante en la cabeza que aumenta al levantarme rápidamente desestabilizandome al ver que no es mi cuarto y él me ayuda a sostenerme.
-Sigues débil, descansa. -Dice cuando me suelto de su agarre bruscamente.
-¿Donde estoy? -Lo miro seria.
-En uno de los cuartos de la cabaña. Te dije que no te fueras con ese imbécil.
-No pensé que fuera peligroso.
-Te lo advertí.
-¿Y porque debía de confiar en la persona que me amenazó una vez?
-Si, te amenace, pero no por eso voy a querer que un idiota te viole, no soy un cabrón y mucho menos de esos tipos.
-Ya. -Me quedo mirando sin saber que decir- Gracias supongo. ¿Porque estas acá?
-Porque yo vi como ese tipo te llevaba a un cuarto para abusar de ti y debía despertarte porque debemos volver al internado.
-¿Qué horas son? -Me trato de levantar, pero no me deja y lo miro extrañada a lo que aparta la mano.
-Las cuatro de la mañana, la fiesta se está terminando y tenemos treinta minutos para volver al Internado sin que nos atrapen.
-Esta bien. -Me levanto y lo miro al ver que sigue sentado en la cama. -¿Te importa? -Señalo la puerta para que se valla y pueda cambiarme ya que por alguna razón solo llevo una remera puesta.
-Si. -Dice sin moverse.
-Capullo. -Le sacó el dedo de en medio para luego tomar mi vestido que esta tendido en una silla y voy a la puerta que está dentro del cuarto suponiendo que debe ser el baño.
-Yo que tu no... -No alcanzó a terminar la frase ya que al abrir la puerta veo a una pareja follando y me quedo tiesa. -Abriría. -Termina la frase acercándose y cerrando la puerta para que esa pareja siguiera con lo suyo.
-Y esto pasa cuando no haces caso. -Me dice mirándome.
-Esto no hubiese pasado si te hubieses largado como te pedí.
-No escuche la palabra mágica, que maleducada.
-Jodete maldito cerdo. -Hago mala cara yendo fuera del cuarto y buscando uno vacío.
Al encontrar un cuarto me cambio rápidamente y salgo para salir de esa cabaña, pero mientras salía del cuarto veo como de otro sale Klian con una chica que se arregla su vestido.
Klian y yo nos quedamos mirando un buen rato hasta que veo el cuerpo de un chico se coloca delante de mi y alzo la mirada viendo a Sebastián, por lo que suspiro cansada.
-¿Ahora que quieres?
-Se te quedó esto rarita. -Me entrega mi móvil y yo se lo arrebato de mala gana.
-Primero, gracias. -Digo al guardar el móvil. -Segundo, como me vuelvas a llamar rarita te castro con unas tenazas oxidadas en el sótano del internado.
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Mi Oscura Realidad
JugendliteraturKatherine Xhalier es una chica problemática que por tener demasiada información y ser una amenaza la envían a un internado donde desatara sus peores pesadillas. Ella piensa que dejo todo lo malo atrás, pero no se espera que unos chicos y chicas trai...