Esto es un circo, pero no de los buenos, en vez de payasadas hay estupideces y caprichos incoherentes, un comediante sin sentido del humor aparente que cree ser el mejor personaje del lugar.
El dueño del circo cree tener el control y piensa que el payaso se mantiene a raya por que no le conviene revelarse, pero el payaso solo sabe hacerle el show a él.
Mientras tanto, yo me encuentro observando como el equilibrista duda de si debe cruzar por la cuerda o no, duda de si mismo, y quien lo puede culpar? Ni siquiera yo estoy segura de cual es mi rol en este lugar, aun así corro hasta debajo de la soga, creyendo que con mis brazos lograré sujetarlo, pues se que la soga no es segura, se que el debe caer para entender, pero tengo miedo a que se fracture y no pueda levantarse otra vez.
En eso, mi mirada se dirige al payaso y al manager, los cuales discuten de fondo y solo voltean a ver al show que continúa una vez que grito.
La función termina, y veo al trapecista mordiendo algunos trozos de calcio hasta que la jalea brota de ellos, más cuando nota mi presencia esconde sus manos y sonríe como si no me diera cuenta, el acto de la cuerda siempre lo deja mal, no sabe a qué extremo ir, su deseo es quedarse en el centro, piensa que allí estará a salvo, que así conformará al manager y al payaso, pero no es así, nunca será así, yo lo sé por que estuve en en centro de la cuerda, y estuve esperando a que me vieran mientras hacía todo tipo de espectáculo para que esos dos vieran que el show no se centraba en las plataformas, allí lo más interesante y emocionante además de peligroso, era la soga... pero fue tanto el tiempo en el que estuve allí parada, sobre tan pequeña e inestable superficie, que mis piernas no aguantaron y caí, fracturando casi la totalidad de mis huesos y allí supe, que no servia de nada llevar a cabo ningún show para la gente, yo no valía nada.
Pero no hay nada nuevo que decirle al equilibrista, ya que ya conoce todo eso, la única diferencia, es que el se logra tomar a tiempo de la soga cuando está por caer, y lanza los objetos de su show al manager y al payaso, el primero corre despavorido a atrapar a su artista, ya cometió el error de dejarme caer y por eso se opone a tal show, no desea que el termine igual de roto que yo, al menos eso me reconforta, no soy la única que lo cuida y busca como sacarlo de allí, pero el payaso me tiene cansado, el es el que le dice al equilibrista que si el no hace ese show, el circo se vendrá abajo y tendremos que tomar caminos distintos para buscar una nueva profesión, pero... este circo debió haberse terminado hace mucho, la carpa debería haber caído, y todos deberíamos habernos ido antes de mi caída, alejarnos de ese maldito payaso. Más el tiene el control, cosa que el manager me niega y jura que es al revés, pero ahora, solo veo al equilibrista intentando su show una vez más, al manager gritándole que se detenga y baje y al payaso riéndose de la desesperación del dueño del circo y del peligro al que se somete el primero, solo por buscar mantener está cosa de pie..
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Definitivamente, odio el circo, pero en especial al payaso, quiero sacarle esa nariz de goma y introducirla en su boca hasta hundirla en su garganta, así no pueda volver a hablar, rasgar la suave carne con mis uñas mientras empujo el objeto dentro de si hasta no volver a oír su estruendosa risa.
Pero lo tengo prohibido, el manager no me deja, dice que está esperando a que el payaso cometa un error para así ahuyentar del circo, pero, ¿cuántos horrores más tiene que cometer para que pueda patear su trasero fuera de este lugar? ¿Cuando podré tomar un descanso de más de cinco minutos sin que alguien este en peligro?. Para el colmo no puedo escapar por mi cuenta, hay gente que me espera afuera, con miles de oportunidades a mi alcancé, pero veo hacia atrás y la imagen del trapecista en una versión más compacta, mirándome con alegría, entusiasmo y admiración me revuelven el estómago, si lo dejó, tal vez más adelante, sea tarde para recuperarlo, para sanar sus heridas... además que si lo abandonó y regreso cuando yo esté bien, me hará igual al payaso, no quiero ser como él, me niego serlo.
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Fuera de tu burbuja.
Saggisticaluego de una vida llena de dolor y desesperación, en donde ya no lograba encontrar la salida y pensaba que todo había acabado, la paz finalmente llegó a la vida de angeles, más aún su mente le persigue y el pasado desea introducirla nuevamente a aq...