El Mejor Papá Del Infierno - Lucifer Morningstar

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[La primera palabra]

Lucifer se encontraba con la pequeña Ann en una esquina de su dormitorio, la bebé balbuceaba un poco cada vez que Lucifer alejaba su biberón de ella para reírse de sus pucheros.

La bebé estaba en una esquina de la cama sentada, aún no podía caminar, solo gateaba un poquito de vez en cuando y soltaba balbuceos.

Lucifer estaba recostado de lado junto a su pequeña agarrando su biberón con diversión, iba devolvérselo cuando se le ocurrió una gran estrategia.

-Ou cariño, vamos habla- alentó al verla estirar su manito hacia él- Di "papá"-

-Mgh- eso sonó como un pequeño gruñido, su padre no le estaba dando lo que quería y le hablaba en palabras extrañas para ella-

-Vamos nena, di "papá"- se señaló a si mismo, sus ojos brillaban con esperanza-

La bebé no dijo nada, solo miraba su biberón con una mueca molesta y luego a su padre, estiró una vez más su pequeña mano en un intento de alcanzarlo pero su padre se lo alejó.

-Ah ah ah- negó con su dedo- Primero di "papá" -

Volvió a alejar el biberón y miró a la pequeña, recordaba que la primera palabra de Charlie fue "mamá" ya que pasaba más tiempo al cuidado de ella pero ahora añoraba que su pequeña Ann lo llamará por primera vez su papá.

-Vamos mi pequeña manzanita, di "pa-pá"- volvió a insistir esta vez levantando el biberón para alentarle-

-Ba- habló la bebé, aquello parecía más un reclamo que el intento de hablar-

-Eso pequeña, di "papá"- no se dio cuenta-

-BA- habló más fuerte estirando su mano hacia el biberón siendo apartado al instante por Lucifer-

-No manzanita- lo alzó fuera de su alcance- No hasta que digas "papá"-

Cerró sus ojos fingiendo indignación abriendo uno con disimulo para ver la reacción de su pequeña hija.

-Uuh...- la pequeña no comprendió bien, a su vista su cuidador le estaba pidiendo repetir algunas palabras y luego se llevó su biberón luciendo enojado, comenzó a sollozar-

-¿Uh? ¿Manzanita?- se acercó, apenas pronuncio esas palabras su hija comenzó a llorar más fuerte-

Lucifer se sobresaltó.

-¡Ahh! ¡No, no, no!- se asustó y tomó rápidamente a la bebé en sus brazos- No llores pequeña, lo siento mucho-

Estaba mesiendola en un intento de calmarla, cosa que parecía no funcionar ya que la bebé lloraba más fuerte. Se estaba asustando, no era cosa de otro mundo que llorara pero sus gritos eran muy fuertes para una pequeña de su edad.

-Shh shh- siguió mesiendo, con una mano usó su magia para alzar el biberón sin soltarla y ahí es cuando los gritos cesaron- ¿Eh? -

La bebé Ann miraba como su biberón anteriormente apartado estaba flotando hacia ella, aún soltaba hipidos pero ya había calmado su llanto.

Lucifer rió un poco al ver eso, no usaba mucho su magia ya que le gustaba hacer su crianza de manera tradicional por lo que pocas veces recurría a usar su magia a los ojos de la pequeña Ann.

-¿Ya pasó nena?- hizo levitar la botella de leche hasta su hija- Ten, lamento no habértelo dado antes mi niña...-

Finalmente sus latidos volvieron a estar en calma y su mirada se tranquilizó, miraba con amor a su pequeña hija mientras esta estiraba sus manos soltando pequeñas risas al tratar de agarrar el biberón flotante.

La bebé agarró la botella y comenzó a beberlo con gusto acomodándose mejor en los brazos de su padre, cuando terminó de tomar el contenido levantó su mirada a su progenitor.

-Ou, ¿A mi pequeña manzanita le gusto su desayuno?- preguntó con un tono infantil alzando a la bebé hasta la altura de su rostro-

-Ba-ba-

-AH- se sorprendió un poco, abrió sus ojos mirando fijamente a su pequeña engrendo-

-Pá- balbuceó-

-¿¿Si??- sus ojos brillaron de emoción al escucharla-

-Pa-pá- soltó una risa al terminar su palabra, su primera palabra-

-¡Sii! ¡Esa es mi niña! Jajaja- Lucifer se sentía casi a llorar de la emoción en esos momentos, presenciar la primera palabra de su hija fue una experiencia nueva para él, una que le tocó el corazón-

-Bapá- volvió a decir riendo ante las reacciones graciosas de su padre que sin darse cuenta la movía en sus brazos haciéndole ligeras cosquillas- Papá-

-¡Muy bien mi nena hermosa!- con cuidado la volvió a acomodar en sus brazos y se dirigió una cálida sonrisa- Estoy muy orgulloso de ti Ann-

La bebé soltó algo parecido a una pregunta balbuceada al escuchar su nombre.

Lucifer no sabía donde cabía tanta felicidad que desbordaba de él, estaba seguro que poder oír la primera palabra de su pequeña y que haya sido él lo hizo sentir especial.

Sería la primera se muchas aventuras y emociones que ambos pasarían a lo largo de los años. Por ahora solo disfrutarían la felicidad que se daban entre ellos.

La felicidad de ser padre e hija.

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