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[Aclaraciones antes de:]

-La historia empieza cuando Lilith se va por siete años, teniendo la bebe pocos meses de nacida y Charlie ya empezaba a abrir su Hotel Feliz.

-La "tn" o "____" tendrá el seudónimo de "Ann" ya que anteriormente escribí libros con Alastor, Lucifer, Charlie, etc y cuando la mencionaba no podía evitar pensar en las otras historias.

-Tal vez edite el nombre después pero por ahora los capítulos serán escritos con "Ann" de por medio para más comodidad.

[☆☾ ♕]
[Seré un buen padre]

[Narradora]

-Lilith, por favor, aún podemos ser una familia...-

-No podemos más Lucifer, entrégame a la bebé y dejaremos de sufrir ambos- estiró su mano hacia su pareja-

-No puedo, no puedo dejar que la lleves al cielo, ella...- abrazó más fuerte a la bebé entre sus brazos, no quería dejarla ir- Ella nos necesita...-

-¡Ella no necesita esto Lucifer!- alzó la voz alterando el sueño de la pequeña que se removio en su lugar- Tienes la oportunidad de remediar tus errores pero prefieres arrastrarla contigo-

-Ella pertenece al infierno Lilith- contraataco- no podría vivir tranquilo sabiendo que esta rodeada de ángeles bailarines que le harán creer que su vida es color rosa-

-Bien...si así lo quieres- miró a su esposo por última vez y lo encaro a su altura - entonces vive con ella y hazle crecer en un agujero infernal donde cada día mueren cien pecadores irremediables-

-Eso...no es-

-No me importa lo que creas Lucifer- se enderezo y le dio la espalda- Pero cuando la arruines como con Charlie no vengas a buscarme-

Lilith se dirigió a la entrada del palacio y agarró la perilla.

-...- Lucifer abrazó más fuerte a la bebita entre sus brazos, la pequeña se removió entre ellos buscando más calor al sentir el fuerte azote del frío de la puerta abierta- Lilith...-

La puerta se cerró en un instante, no le dio tiempo para dejarle hablar pero si de mirarlos a ambos con lástima. Una bebé y su tonto padre, Lilith estaba segura que ninguno de los dos iba a durar lo suficiente.

Al azote de la puerta fue suficiente para que Lucifer caiga de rodillas sobre el solitario piso frío del palacio, tenían problemas en su relación, si, pero jamás creyó que llegarían a tal punto.

Su cuerpo sufría de espasmos y su respiración se volvía mas pesada e irregular, al igual que sus ojos se cristalizaban.

Su mujer decidió irse a tener una vida angelical, al principio sin querer darle buenas razones y luego escupiendole la verdad en su cara, ni siquiera se había molestado en mentirlo o algo que calmara su ira creciente ante el abandono, porque tristeza no sentía, era ira puro consigo mismo y con el infierno que ambos habían creado y ella había abandonado.

Soltaba lágrimas de frustración y su cuerpo comenzó a temblar, estaba a punto de sacar su lado más macabro para ir a asesinar el infierno completo de aquellas almas culpables de su desgracia pero un quejido bajo lo hizo detener.

Volteó sus ojos rojos a la bebé que había estado cargando todo este tiempo y que había apretado un poco sin darse cuenta.

-Ann- dijo su nombre, parece recién haberse dado cuenta que la tenía en brazos-

La bebé se acomodó entre sus brazos y su pequeña manito se aferró al pecho de su padre arrugando su camisa mientras volvía a dormir.

Lucifer sintió su corazón calmarse de un momento a otro. Lentamente sus facciones demoniacas desaparecían dando paso a su vulnerable ser infernal. El sentir los brazos de su pequeña aferrándose a él lo hacía sentir tan especial y querido...hizo bien en no dejarla ir, o al menos eso quería creer.

-Pss, pequeña Ann- la llamó y movió sus brazos para levantarla de su sueño, sintió la bebé removiendose y sonrió melancólico-

Hasta ese punto ya no sentía ira o enojo alguno, todo ello fue reemplazado por ansiedad y preocupación de lo que vaya a pasar de ahora en adelante.

-Pequeña manzanita...- sus ojos se toparon los los medio abiertos de ella, su tristeza se podía ver desde lejos pero puso su mejor sonrisa para su hija-

Soltó un suspiro pesado llevando sus penas con el y se concentró en sus próximas palabras decir. Junto su frente con la de la pequeña y tomó la manito que anteriormente estaba en su pecho para llevarla al suyo y decir sus próximas palabras.

-Te prometo cariño, seré el mejor padre que puedas tener, seré tu fiel protector, tu guía y tu armadura; estarás conmigo y nada te faltará, apoyaré tus sueños y siempre te estaré cuidando la espalda...aunque tú no puedas verme, daré mi vida por ti-

Lágrimas traicioneras comenzaron a salir de su rostro, apretó los dientes en un vago intento de detener sus emociones sin éxito, su pequeña le miraba con más sueño que dudas, era obvio, después de todo era media noche que la había despertado.

Lilith había querido llevársela a escondidas, si no se hubiera dado cuenta...

Por suerte despertó al sentir la ausencia de su esposa, cosa que ya era más común pero esta vez un mal presentimiento lo invadia siendo reafirmado cuando escuchó los llantos de su bebé en brazos de Lilith y frente a un portal destellante.

Debió suponerlo. Ella siempre quiso apartar a sus hijas de su lado, creyó que cambiaría pero nunca lo hizo, solo que él sí y no dejaría que se la lleven esta vez.

Tal vez sin ella en su camino podría llevar su relación padre e hija a su manera, no tuvo la oportunidad con Charlie pero esta vez lo haría bien, el destino le había dado una segunda oportunidad y no iba a desperdiciarla por nada del mundo.

La amará, guiará y cuidará como a nadie.

Tenía miedo, pero debía ser fuerte por ambos.

[☆ ☾ ♕]

El Mejor Papá Del Infierno - Lucifer MorningstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora