FANCY BOY || YOONMIN

Tabú

Jimin entrecerró sus ojos en completo shock.

— ¿Qué demonios?

— ¿Verdad?

El rubio giro a ver a su lado sin ninguna expresión en su rostro ¿En qué momento terminó sentado en medio de Yoongi y Jungkook en el sofá de la casa del menor, y viendo en la televisión de su sala el popular musical que los obligaban a presentar?

— Es más que evidente que tú serás esa bruja verde, mira tu cara — habló Yoongi sonriendo burlón.

Jimin rodo los ojos en completo aborrecimiento ante las palabras de contrario, abrió los labios dispuesto a responder su agresivo comentario en contra de su rostro, pero antes de que pudiera decir algo, Jungkook volvió de su shock entre pestañeos y se reincorporó mirando a los otros dos presentes.

— No puedo besar a Taehyung — dijo al lado de Jimin lleno de pavor — estoy seguro que me dará un puñete si tan solo intento acercarme, lo último que quiero es tener más problemas con él.

Yoongi sonrió juguetón al escuchar la razón por la que a Jungkook no le parecía correcto su dúo con Taehyung.

— ¿Entonces te preocupa más que te golpee al hecho de que es el mejor amigo de tu novio y tienen tensión sexual?

El rubio hizo una expresión de asco ante la pregunta absurda.

— ¿Por qué sigues aquí?

— Porque es mi casa, idiota.

— Por primera vez en tu vida tienes razón, me voy — se levantó y agarró a Jungkook de la corbata para levantarlo de un jalón dispuesto a irse a su hogar.

Luego de que Yoongi aceptara la propuesta de la madre de Jimin, en todo el camino hacía la residencia del primero, nadie emitió ni una sola palabra, a excepción de Roseanne, que no dejaba de hablar de las tendencias en París y los increíbles conjuntos de zapatos que había comprado en el país.

Jimin no podía comprender como su madre, siendo... su madre, podía ver con tanto cariño a Min Yoongi. No lo entendía desde que tenía uso de razón cuando los veía a la distancia compartiendo tiempo y siendo su madre la única que podía domar al animal desquiciado dentro del pálido.

Bueno, además de él, pero no tocaría ese tema ahora.

Volvió a mirar a Yoongi desparramado en el sofá mientras revisaba su celular. En efecto, no se movería de ahí hasta que tuviera ganas de ir al baño, sin más se dispuso a caminar hasta la puerta, ahora agarrando a su novio de la mano.

— ¿A donde vas, jovencito? — la voz de su madre lo detuvo el seco. Había olvidado ese pequeño detalle. Estaba con su madre.

Giró con lentitud y la miró haciendo puchero.

— No me siento bien y Jungkook tiene que ayudarme en unas tareas.

Roseanne, quien estaba tomando té junto a Jihyo en el comedor, miró a esta, y esta le respondió la mirada como si estuvieran diciéndose mil cosas al mismo tiempo.

— Amor, creo que es momento de tener la platica.

Jimin las miró confundido y luego de unos segundos de analizar sus palabras, las neuronas en su cabeza hicieron click, generándole un leve sonrojo ante el tema tomado por su madre.

— Mamá, no necesitamos hablar de eso — dijo entre dientes, sintió la mirada de Yoongi sobre él y entrecerró sus ojos preparándose para atacar — mucho menos acá.

— ¿Por qué Jimin? — y abrió la boca el rey — ¿Acaso... — caminó hasta él para alejar a Jungkook con un empujón, recibiendo un quejido por su parte y rodear al rubio con su brazo — ya no eres virgen?