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Yeri esperó noticias de Leonardo mientras los hermanos Dupont intentaban darle ánimos diciendo que todo se resolvería. No estaban al tanto de lo que le pasaba a la artista pero cuando regresaron para avisarle que el estudio estaba listo, la encontraron muy preocupada y con los ojos llorosos, así que le ofrecieron un vaso de agua y le dijeron que podía tomarse su tiempo para iniciar la grabación.

- Lo siento... Surgió un problema pero seguramente Leonardo lo resolverá. Vamos al estudio, estoy lista.

Yeri estaba lejos de sentirse mejor, pero al verla ponerse de pie del sofá, los hermanos Dupont la dirigieron hacia el estudio sin perturbar la calma que había logrado alcanzar.

El interior era mucho mejor que cualquier otro estudio que haya visitado. Se notaba que eran profesionales y que todo era de otro nivel. Se sentó frente al micrófono y Larry le colocó unos audífonos.

- Avísanos si necesitas un descanso, empezaremos con armonización, sólo para comprobar el alcance de tus notas.

- Sí, está bien.

Comenzaron con algunas pruebas y Yeri se esforzó al máximo por concentrarse y no pensar en nada más. Ante todo, Leonardo le había enseñado a ser profesional, y no quería decepcionarlo otra vez.

- Perfecto, ahora vamos a escuchar la pista, ¿de acuerdo?

Mientras se reproducía, Leonardo entró al estudio y Yeri lo vio desde el otro lado del cristal. No pudo quedarse sin hacer nada, ni continuar siendo profesional después de ver a su mánager con un moretón en la mejilla.

- Leo... - Salió corriendo y al tocar su mejilla, Leo hizo un gesto de dolor. - ¿Qué ocurrió?

- ¿Estás bien? - Preguntó Jason de inmediato al darse cuenta. Pronto, Larry también lo miró.

- Estoy bien, no es nada. ¿Cómo lo está haciendo Yeri?

- Eso no es importante ahora. ¿Podemos continuar la grabación mañana? Trabajaré horas extras si es necesario. - Yeri se dirigió a los hermanos Dupont y ellos asintieron sin problema.

- Yeri, no es nece...

- No te estoy preguntando, Leonardo. Tú trabajas para mí, ¿lo recuerdas? Yo mando, tú obedeces, y quiero nos vayamos ahora mismo a atenderte ese golpe.

Lo tomó de la muñeca y antes de que el rubio pudiera objetar o despedirse formalmente de los gemelos, Yeri tiró de él llevándoselo de ahí rápidamente.

En el estacionamiento, Leonardo insistía en decirle a Yeri que no había pasado nada grave, pero la pelirroja conocía muy bien a su chico de ojos verdes... Nada estaba bien.

- Yeri, créeme, todo está bien, iniciaré una demanda y haré todo lo que esté a mi alcance para recuperar tus proyectos.

- Hablaremos en el departamento, no digas nada más.

- Está bien...

- Dame las llaves, yo conduzco.

- No es necesario, yo lo hago. Sube. - Le abrió la puerta y ella aceptó.

Durante el camino no se dijo ni una sola palabra, tampoco mientras iban en el elevador, y cuando llegaron al departamento, Yeri se rompió.

- Lo siento... - Su voz se quebró y comenzó a llorar.

- ¿De qué hablas? Yeri, nada de esto fue tu culpa, soy yo quien lo siente, debí dejarle claro a Laura que no se metiera contigo.

- Noo... Yo debí leer esos documentos, debí hacerlo. Siempre me has dicho que lea antes de firmar algo, fui una tonta, por mi culpa te pasó eso, por mi culpa tendrás que preocuparte por todo y tratar de arreglar otro de mis errores. No quería decepcionarte y aún así terminé haciéndolo.

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⏰ Última actualización: 4 hours ago ⏰

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