3. El pecado toca la puerta

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Dios le dijo: "¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista. Pero tú no obras bien y el pecado está agazapando a las puertas de tu casa. Él te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo."

Génesis 4;6-7

Los presentes se sobresaltaron ante el grito inesperado de la de ojos verdes.

—¿ESTÁ VIVO? ¡Pero Lute nos trajo su aureola! ¡Dijo que lo vio morir! —Eden sintió la familiar sensación de agua acumulándose en sus ojos. ¿Por qué mentiría Lute? No tiene sentido, pensó mientras se acercaba rápidamente a la mancha de sangre dorada.

La joven se arrodilló con cautela, extendiendo con delicadeza su mano hacia el líquido dorado que manchaba el normalmente impecable suelo. A medida que se acercaba, la certeza de que ésta era sangre de su sangre latía en su pecho. Él estaba herido, pero vivo. Una lágrima solitaria recorrió su mejilla mientras sus dedos rozaban la superficie del líquido.

En ese momento, la voz nerviosa de Charlie resonó en la habitación, rompiendo el tenso silencio.

—Bueno, ¿sí murió? Pero, ah, ¿volvió a despertar? No sabemos exactamente qué pasó, simplemente vimos una, uh, ¿extraña luz brillante cruzar el cielo infernal hasta aquí? Lo pasaron en las noticias. Ni siquiera estamos seguros de que sea Adam, no se distinguía mucho —rió nerviosa, moviendo sus manos incómodamente. Su prima parecía ser cercana al primer hombre –de hecho, viéndola bien se parecía un poco a él...–, lo que inicialmente no le inspiraba mucha confianza en que apoyara su proyecto de redención. Sin embargo, notó que ella era más amable que Adam, lo que le daba una pizca de esperanza de que al menos ella sí la tomase en serio.

Con la mirada perdida, la joven de ojos verdes se frotó las yemas de los dedos, observando la sangre esparcirse entre ellos. Comenzó a parpadear fuerte y lentamente. Necesito calmarme ya, pensó para sí, forzándose a enfocar su vista al mismo tiempo que tomaba una prolongada inhalación. Su papá estaba vivo. Y la necesitaba. Exhaló hondo.

—¿Y dónde está? —Preguntó con lentitud, finalmente poniéndose de pie.

—¿No... sabemos?

Eden miró a Charlie fijamente.

—¿No saben? —Dijo incrédula. Volteó a ver a Lucifer, quién se enderezó inmediatamente—. ¿No se supone que usted puede verlo todo por aquí, Majestad?

Lucifer parpadeó ante el tono desdeñoso y luego inhaló profundamente, aferrándose con fuerza a su sombrero de copa en un gesto de sorpresa.

—Oh, ¡oh! ¡Es verdad! ¡Niñas, tengo que ir a mi castillo! —Gritó rápidamente, preparándose para teletransportarse nuevamente con un chasquido.

—¡Oiga, espere! —Lucifer se congeló, con la mano lista para chasquear los dedos—. Voy con usted.

—¿Qué?

—¡Nosotras también vamos, papá!

—¿Eh? —Lucifer comenzó a reírse fuertemente—. Niñas, niñas, no es necesario. Dejen que el rey se encargue.

—No hay manera que lo deje sólo con él de nuevo. —La castaña puso sus manos sobre sus caderas obstinadamente.

—¡Y yo quiero ayudar!

Las pupilas del rey se hicieron pequeñas, ensanchando su sonrisa mientras hablaba con un tono de falso entusiasmo—. ¡Jaja! ¡Por supuesto! Vamos... ja.

Con esto dicho, finalmente el mayor los teletransportó a todos afuera de su finca. Vaggie y Eden se quedaron viendo el castillo, cada una analizándolo en su mente. Se ve incluso más lúgubre que la última vez que lo vi, pensó la de ojos verdes, resistiendo el impulso de cruzarse de brazos.

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⏰ Última actualización: Jul 13 ⏰

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Guilty as Sin? | AdamsappleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora