Después de una acalorada disputa entre hermanas, decidieron dejar atrás sus diferencias y reconciliarse, optando por continuar con sus vidas en armonía. Sin embargo, en medio de esta nueva etapa, Futaro, el objeto del deseo de las cinco hermanas, co...
—¡Hermanito! ¡Nunca habíamos ido a la playa! ¡Hay que disfrutarla al máximo! —exclamaba Raiha emocionada.
Sin embargo, para Futaro resultaría muy aburrido y angustiante, con el temor de que pudieran venir las hermanas Nakano, pero también pensaba que si no venían, serían horas desperdiciadas.
—Raiha, ¿por qué no vamos a estudiar?
—¿Estás loco? Tenemos que aprovechar al máximo.
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—Bien, diviértete, yo descansaré por aquí —comentó Futaro.
—Oh no, no lo harás. Cuando estás en la playa, debes divertirte también. Además, papá te castigará si dejas a tu hermana sola en un mundo de depravados —amenazó Raiha.
—A ti deberían castigarte por usar ese lenguaje a tu edad.
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La hermana comenzó a reírse ante las palabras de su hermano, pero pronto se escucharon pasos acercándose a ellos.
—¡Son ellas! —exclamaba Raiha al oír los pasos, pero no tardó en darse cuenta de que eran otras personas.
—Pero si es Futaro —comentó Maeda.
—¡Futaro! ¿Listo para disfrutar los primeros días de vacaciones? —dijo Tákeda.
Ambos se percataron de la presencia de Raiha, siendo la primera vez que la veían.
—¿Es tu hermana? —preguntó Maeda.
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