🐾Bad Luck🐾 - Varela & Zeballos [Adaptación]

🐾Cuatro🐾

Exequiel esperaba impaciente a que la puerta se abriera.

Su dueño se había marchado hacía unas horas y no había regresado.

Movía su pie con impaciencia, mirando el reloj en la pared, no sabía leer los relojes de aguja, pero podía mirar la aguja que marcaba los segundos, dando un paso tras otro en círculos, mostrando el tiempo avanzar con rapidez.

El sol se fue, vió el cielo teñirse de rosas y naranjas con preocupación.

Cuando el cielo pasó a ser de azules cada vez más oscuros, y su dueño seguía sin volver, el changuito bajó las orejas, triste.

El cielo se tiñó de completo negro, y los puntos de luz, que Alan le había llamado estrellas, aparecieron uno por uno.

Y su dueño no volvía.

Exequiel quiso llorar, pero recordó que Alan le decía que él no era ningún gato llorón, y se contuvo.

Continuó pasando el tiempo y unas cuantas horas después de atardecer, la puerta se abrió, Exequiel sintió el olor de su dueño y se apresuró a ir hacia él.

Alan alzó una mano, antes de que el Chango pudiera comenzar a frotarse contra él.

El pelinegro señaló su otra mano, que descansaba sobre su pecho dentro de un pañuelo, atado a su cuello.

— Me torcí la muñeca, tuve que ir al hospital y…

Se detuvo cuando escuchó a su Changuito sorber su nariz, notando las lágrimas en el rostro de su gatito.

— Oh no, Changui, no llores — Alan llevó su mano libre al rostro del híbrido, acariciando su mejilla — Fue algo muy estúpido, salía de comprarte unas galletas y me tropecé, caí mal, y…

— Es que doy mala suerte — Murmuró.

— ¿Qué? No, no tenés la culpa.

— ¡Sí, Al! — Objetó — Ibas a comprar algo para mí y pasó esto, es mi culpa — Hizo un puchero.

— Que no es tu culpa y no das mala suerte, gatito —  Alan habló con seriedad, sostuvo el mentón de Exequiel para dejar un rápido beso en los finos y rosados labios del híbrido, haciendo que este se ruborizara.