No podía negar que en aquel momento tanto mi corazón como mi alma se sentian libres en mucho tiempo a lomos de Drakaroth, el cual no emitía ningún gorgoteo para mantenerse lo más sigiloso y invisible posible de los aldeanos y del reino, acababa de descubrir que las leyendas y cuentos que se nos contaba de pequeños eran reales y evan parecía ser el que portaba aquellos secretos que me dijo que me iría contando con el pasar del tiempo pero por ahora me había pedido que no dijera nada sobre la existencia de aquel imponente dragón ya que si lo descubrian lo asesinarian por ser considerado una amenaza.
Los dragones, los reyes del cielo, ellos según cuenta la leyenda nacieron y surgieron de estas tierras hace miles de años los cuales custodiaban esta montaña que ahora se hizo un reino sobre ella. Estas criaturas eran las más poderosas al poseer una fuerza y un aliento calcinante que no todos se atrevian a desafiar, pero mirando a Drakaroth, me di cuenta que era muy joven todavía y cuando los dragones son jóvenes nunca se alejan mucho de los adultos del nido quienes se encargaban de criar y alimentar aparte de proteger a sus crías hasta la madurez donde las crías ya eran independientes para cazar y volar sin necesidad de protección alguna.
- ¿ En que piensas? - me pregunto Evan detrás de mi espalda a lo cual suspiré a la vez que giraba un poco la cabeza con cuidado de no caerme del pomo del dragón quien sobrevolaba el reino con cautela batiendo suavemente sus alas.
- En que jamás había pensado que lo que una vez considere un cuento o leyenda y que ahora mismo me encuentre encima de esa criatura mítica de la que tantas historias he oído hablar, es simplemente algo surrealista - le comente a evan mientras ponía mi mano encima de las escamas de Drakaroth quien al sentir mi tacto sobre sus escamas soltó un suave gorgoteo de lo más profundo de su garganta haciendo que mi primer contacto con un dragón que media cuatro veces mi tamaño fuera algo único y a la vez mágico.
- Drakaroth no te hará ningún daño, se que puede sonar irreal ahora mismo la idea de que exista un dragón y ahora mismo estés encima de el sobrevolando los cielos en su lomo, ya te dije que te contaría y revelaria cosas a su tiempo pero tienes que saber que este reino no es lo que aparenta Alisson, este mundo no es lo que tu ahora mismo crees que es y lo sé porque.. - comento evan hasta que sentimos como Drakaroth empezó a retroceder asustado del castillo soltando un grito estridente del miedo mientras volaba a toda velocidad lejos del castillo hasta aterrizar en un claro no muy lejos del castillo hasta que se sacudió tirandonos a mi y a evan de su lomo. En plena caída vi como evan se abalanzo hasta mi cubriéndome con sus brazos en el aire ya que al chocar contra el suelo, el impacto no había sido tan grave gracias a la protección que en ese momento el me había ofrecido.
Levante mi mirada desde el suelo para ver como evan se levanta con algo de dificultad por el impacto reciente hasta que se gira en mi dirección ofreciéndome su mano a lo cual acepte así pudiendo ponerme de pie, observe como una vez me pude sostener por mi misma en pie, evan fue directo hasta donde estaba Drakaroth alterado y gimoteando del miedo a lo que evan levanto una de sus manos haciendo que ese mismo momento donde el dragón acerco su morro a la mano de evan y se dejó amansar fuera un recuerdo inolvidable para mi.
- Tranquilo Drakram, no pasa nada.. No tienes nada que temer, estoy yo aquí para protegerte y criarte - Le dijo evan con voz suave a lo cual el dragón soltó un gimoteo lastimero mientras acercaba su cabeza a los brazos de evan para que este abrazara la enorme cabeza del dragón quien se calmo al sentir la conexión de evan en su interior.
- ¿ Esta bien? - Le pregunté a evan a lo cual este se giro para observarme de pies a cabeza mientras seguía acariciando al dragón.
- si no te preocupes, Alisson, Drakram le suele tener miedo al castillo, hay cosas que no sabes todavía y el miedo de este joven dragón es una de las cosas que tienes que saber y sobre todo de donde viene este miedo - me dijo mientras me observaba con sus oscuros ojos de color marrón a lo cual mientras dirigí mi mirada a aquel joven dragón quien realmente parecía asustado así que me fui acercando poco a poco hasta apoyarme en una de sus patas a lo cual cuando sintió mi tacto contra el, se dejó acariciar mientras su ambarina mirada me observaba con delicadeza.
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Huellas de Dragón
Random" Se cuenta una vieja historia que los que naufragan por el mar han podido contar, se cuenta que en uno de aquellos viajes aparecieron unas enormes bestias aladas con el poder de destruir y convertir todo en ruinas y fuego a su voluntad, muchos mari...