Amistades correctas.

201 7 0
                                    

Hogwarts Express. Plataforma 9¾ .

   07:00 a.m marcaba el reloj del lugar. Los niños de 1er año estaban despidiendo a su familia, la mayoría estaba emocionada.

  Sirius despedía a Harry, su ahijado de 14 años, quien estaba por ir por primera vez a Hogwarts, lugar en donde sus padres habían estado y, lamentablemente, muerto hace tiempo, cuando el menor era apenas un bebé. Con mucha suerte fue criado por su padrino y su pareja, Remus, quien también los acompañaba en la despedida.

-Escucha, Hazz, sé que es emocionante y a la vez te da nervios, pero te prometo que te vas a sentir de maravilla y conocerás a mucha gente. Y sobre las casas, no te preocupes, te puede tocar cualquiera y serás el mejor, ¿Entendido? Te amamos.- Habló Sirius, mientras abrazaba al niño, quien correspondía feliz, para luego darle el paso a su pareja, quien también le brindo un abrazo y palabras de cariño.

-Harry, vas a ser muy fuerte y valiente, igual que tu padre, ¿Si? En cuanto podamos te enviaremos cartas.- Terminó el otro adulto, para poder alejarse y dejar ir al pequeño que adoraban.

-Gracias a ambos, los amo, adiós.- Se despidió apurado, mientras se subía al tren, entrando al primer lugar con asiento disponible. Estaba solo y no le molestaba. Se acomodo y suspiro nervioso, hasta que un niño pelirrojo se asomó.

-H-Hola, ¿Puedo entrar?.- Pregunto nervioso. A lo que el pelinegro solo asintió con una leve sonrisa, casi una mueca. Entró y se sentó enfrente.- Un gusto, soy Ron Weasley, ¿Cómo es tu nombre?.- Habló una vez que el tren comenzó a andar.

-Soy Harry Potter, el gusto es mio, Ron.- Respondió amable, dándose las manos los dos.

-Wow, ¿Y esa cicatriz?.- Señaló la frente del pequeño con lentes.

-Oh, bueno, mi padrino dice que me la hice cuando mis padres murieron, aunque no sé porqué.- Levantó sus hombros con un puchero.

-Lo siento.. No debí preguntar..-Miro algo triste el pelirrojo.

  Antes de que el otro conteste algo, un niño rubio entró sin preguntar y se sentó al lado del pelinegro.- Hola, soy Draco Malfoy, escuché por ahí que eres Harry Potter, ¿No?.- Sonrió con algo de superioridad, aunque causaba ternura.

-Aamm.. S-Si.. Soy yo, un gusto.. ¿Puedo saber quien te dijo?.- Lo miro algo nervioso, mientras Ron se quedaba en silencio.

-Algunas personas. Y mi padre, quien me contó que conoció a tus padres.- No se sacaban la mirada de encima.- Y que por cierto, están muertos. Que lastima.- Se notaba en el tono de voz que no le daba ni un poco de pena y que realmente lo decía con sarcasmo.

-Oye, no es correcto que te metas en eso..- Habló por fin el otro niño, mientras observaba como Harry estaba algo triste.

-¿Y tú por qué te metes? De seguro eres un Weasley, tu ropa usada y vieja te delata. Contigo no habló, no te metas.- Lo miro mal, dejándolo callado, volviendo hacia Potter.- Si quieres mi amistad, te aseguro que tendrás una mejor vida que con.. Alguien como él.  Te puedo ayudar, Potter.

-Muchas gracias, Malfoy, pero creo que no quiero ser alguien tan creído  como tú. Estoy bien.- Miro serio, dejando callado al blondo, quien se levantó del asiento y se fue molesto. 

   Luego de eso, permanecieron callados hasta que la señora de los dulces se asomó, les ofreció y claro que compraron o más bien Harry compró demasiados. Comieron y rieron, hasta que una niña se asomó.- Oigan, ¿No han visto un gato por aquí?..- Preguntó, riendo por lo bajo al verlos manchados con chocolate.

-Nop, ningún gato por aquí.- Sonrió el pelirrojo, sin dejar de comer.

-¿Se podrían limpiar la cara?- Rió.- Por cierto, soy Hermione Granger, un gusto. Tú debes ser Harry Potter, ¿No? Hay un niño que estuvo hablando por ahí.- Se sentó en el lugar disponible. 

-Si, soy ese mismo. Supongo que habrá sido Malfoy.. Un gusto conocerte.- Sonrió un poco.

-¿Y tú eres un Weasley? Digo, tu cabello te delata.- Miro la niña al otro pequeño, quien solo asintió.

-Soy Ron.. Un gusto..- Miro sus chocolates y siguió comiendo.

-Bien.. Nos vemos luego, dejen de comer, van a vomitar.- Se paro y sin más, la niña se fue. Dejándolos solos.

  El viaje duro unas horas más, hasta que por fin llegaron. Era casi de noche, vaya que era cansador ese viaje. Una vez que bajaron, se fueron con Hagrid, quien los reunió a todos los de primer año. Entraron en orden al lugar y fueron recibidos por la profesora McGonagall.

-Bienvenidos a Hogwarts, niños, soy la profesora Minerva McGonagall, espero que puedan disfrutar de su estadía y en unos momentos entraremos al comedor para que el sombrero les elija una casa.- Habló firme, sonriendo un poco y yendo al comedor sola.

-Potter.- Llamo el rubio, haciendo que él nombrado lo mire.- Prepárate para morir si te toca en Gryffindor y a mi en Slytherin.- Amenazó con una sonrisa de maldad. Definitivamente se iban a convertir en enemigos.

-No te tengo miedo, Malfoy.- Respondió entrecerrando sus ojos, hasta que la mujer llegó, los observo y habló.

-Nada de peleas aquí, niños. Por favor, acompañeneme.- Fueron caminando todos de a poco hasta llegar al lugar, cerca del sombrero.- Bien, el profesor Dumbledore dirá unas palabras y comenzaremos.

-Bienvenidos a todos. Espero que este sea el mejor año que tengan. Les informo que cada casa junta puntos con cada acción buena que cometa, de lo contrario, se le restarán. Al final del año se sumarán y quien tenga más, ganará la copa. Ahora si, puede comenzar.- Terminó de hablar, mientras se sentaba en su lugar.

-Llamare por sus nombres, se sentarán y la casa que diga el sombrero será a donde irán inmediatamente.- Mencionó y comenzó a llamar.

  Harry sintió que su cicatriz ardió, miro hacia una dirección y había un profesor mirándolo fijamente. No entendía porque pasaba eso, pero le pareció raro. Fue llamado y nervioso camino hasta sentarse.

-Vaya, vaya, tenemos una cabeza muy valiente, eh.. ¡¡¡Iras a Gryffindor!!!- Grito el sombrero. Harry emocionado fue a la mesa correspondida. Mientras escucho como Draco fue llamado. Apenas de sentó y el sombrero habló.- SLYTHERIN. - El rubio Sonrió con su ego alto, mirando al pelinegro.  Ambos sabían que iba a existir una gran batalla en sus vidas desde ahora.

  La selección terminó, el banquete había comenzado y a los minutos dio fin, para que luego todos vayan a sus habitaciones. Era bastante tarde, así que era mejor dormir y comenzar el siguiente día con mucha energía. Aunque antes de que Harry pueda llegar, fue agarrado por Malfoy, quien lo llevó a un pasillo.

-¿Ahora si me temes, Potter?. Slytherin es tan peligroso como yo puedo serlo. Espero nunca quieras meterte conmigo. Y si tu amiguito lo hace, estará muerto.- Le habló con malicia.

-Ja, ¿Miedo tú a mi?. Eres un tonto, Malfoy. No molestes.- Lo corrió y se fue a su habitación dejándolo solo. Su día terminó así, esperaba algo mejor si era sincero, pero bueno, al menos conoció dos amigos y a.. Su enemigo.. No importaba, estaba agotado, decidió dormir y que mañana ocurra algo mejor.

__________________________________

Hey, buenas. Espero que esta historia les guste, es un enemies to lover bastante distinto. Recién comienza, pero ya sabemos que existe el odio. Todo va a cambiar y espero que sea algo bueno. Aclaro, la edad es solo imaginación, así es más divertido. Besos.

Amor secreto. 《Drarry》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora