A escondidas es mejor.

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Narradora.

  Las nueve de la noche marcaba en el reloj de la sala Gryffindor, Harry estaba por salir en silencio, sus amigos estaban en sus habitaciones, así que no tuvo problemas. Fue hasta la biblioteca, era verdad que no había nadie, pero tampoco vio a Draco. Se preocupo un poco, tal vez no iba a aparecer. Hizo un puchero leve y en eso, sintió una mano en su hombro. Se dio vuelta rápido y ahí estaba él, con una flor en su mano.

-¿Me esperaste mucho? Estaba buscando esto.- Le dio un beso con calma, mientras el otro sonreía emocionado, correspondiendo al beso.

-Dray, no era necesario...- Agarro la flor, notando las pequeñas heridas en la mano de su amado.- Te lastimaste, mi amor...- Habló preocupado, acariciándolo.

-Repite eso.- Dijo el alto, sonriendo con dulzura.

-¿Mi... Amor?..- Sé sonrojo, mientras el otro lo besaba con cariño.

-Te amo, precioso.- Dijo una vez que se separaron.

-Yo también, pero ahora te voy a curar.- Se fueron a sentar al fondo del todo y Harry hizo aparecer con su varita unas vendas para ponerle en la mano a su pareja.- La próxima no te lastimes.. Con tu presencia me basta..- Sonrió, mientras noto como lo miraba con ternura.

-Como órdenes, mi vida. ¿Qué tal tu día?.- Se acomodaron, quedando abrazados, sintiendo el aroma y la calma del otro.

-Bien supongo, aunque a Her y Ron les pareció raro que no fui a clases, además se sorprendieron cuando callaste a Blaise.- Rió por lo bajo, mientras cerraba sus ojos, sintiendo las caricias de su pareja en su cabello.

-Es que si me molesto, a ver.. Solo yo podía molestarte, es un idiota. Aunque tengo que fingir un poco más, ¿No?.- Miraba el dulce rostro del pelinegro.

-Si, Draquito, recién es el primer día y ya estamos levantando sospechas. ¿Tu día que tal?- Miraba las manos del contrario.

-Bueno, el mio después de estar con el amor de mi vida, o sea tú, fue aburrido.- Admiraba como se sonrojaba su novio. - Aunque también Blaise y Pansy me interrogaron por donde estaba, así que solo les dije que estuve leyendo. No sé cómo me creen.- Reía por lo bajo.

   Estuvieron hablando varios minutos, se acariciaban y se reían ante cualquier cosa que hablaban. Se habían acomodado en un sofá, Draco se sentó y agarro a Harry para que se siente en sus piernas. Estaban abrazados, hasta que el alto le dio un beso, era con calma, aunque una vez que el pelinegro se acomodo bien, fue subiendo la intensidad. 

  El rubio metió sus manos bajo la camiseta de su novio, sentía su piel. El otro había soltado un pequeño jadeo en medio del beso, al sentirlo. Se besaban con ganas, era mentira si decían que no habían estado esperando eso hace tiempo.

  Draco bajo los besos hacia el cuello del pelinegro. Se escuchaban los leves gemidos que Soltaba el de lentes, quien le acariciaba los cabellos.

-A-Amor.. P-Para..- El de menor estatura le agarro el rostro, dejandole un beso, sintiendo las manos de su acompañante sobre sus muslos.- Aquí no, alguien nos puede ver..

-A esta hora no anda nadie, mi vida, tranquilo.- Susurró a centímetros de sus labios, mientras le acariciaba las piernas de forma provocativa. Sin más, habían vuelto a los besos. Aunque desafortunadamente, escucharon como alguien entraba a la biblioteca. 

-Ven, Blaise, Draco debe estar por aquí, le encanta leer.- Era Pansy. La pareja se separó rápido, acomodándose la ropa entre sí, para después alejarse del todo. Hasta que se vieron a los amigos del rubio aparecer.

-Espero te haya quedado claro, Potter. No te vuelvas a meter en donde no debes.- Habló el rubio, apuntando con su varita a su novio. Las miradas eran neutras, aunque por dentro ambos se reían de la situación y los nervios. Cabe aclarar que el pelinegro estaba sonrojado, además de que se le notaban algunas marcas en su cuello.

-Draco, ¿Que haces? Baja tu varita, si alguien te ve nos van a restar puntos..- Habló la chica, agarrandole la mano al alto. Harry al ver eso se quiso acercar algo celoso, pero recordó que no podía. Así que solo se fue corriendo, mientras era seguido por la mirada de su novio.

-Sueltame. Sé lo que hago. ¿Qué quieren?.- Habló molesto, guardando su varita y acomodando su cabello.

-Veníamos a buscarte.. ¿Qué le paso a tu mano? ¿El idiota de Potter te lastimó? Vamos a darle su merecido.- Respondió el otro joven.

-Ni se te ocurra, Zabini. Potter no me hizo esto, yo estaba buscando algo y me corte. Déjenme solo, no quiero verlos.- Sin más se fue. No podía creer todo lo que paso en menos de 10 minutos. Tuvo que fingir amenazar a su pareja, quien se fue por culpa de su amiga y encima su amigo quería lastimarlo.

  Su cabeza comenzaba a doler, salió del lugar y quiso buscar al chico. Por suerte, lo encontró en el baño. Se estaba mirando al espejo sonrojado.- Mi amor, ¿Qué haces aquí?.- Susurró y se acercó para abrazarlo por la espalda.

-Draco, mira lo que me hiciste.. ¿Cómo los tapo?..- Hizo un puchero, mientras se acurrucaba en los brazos del contrario.

-Se ven como que le perteneces a alguien, son lindos.- Rió al sentir un leve golpe en su brazo por parte de su novio.- No creo que nadie se dé cuenta... Por cierto, perdón por lo que dije, no sabía que hacer..

-No te preocupes, amor.. Supongo que no va a ser la primera vez que nos ocurra algo así. Aunque..- Fue interrumpido por el otro.

-¿Te molesto que Pansy me toque? Se noto mucho, lindo. Tienes que controlar eso.- Le dejo un beso en su mejilla, para darlo vuelta y besarlo.

-No me molesta, me da igual.- Murmuró luego del beso, levantando sus hombros de forma insignificativa. 

-Como digas. Solo recuerda, nadie me importa más que tú.- Le dijo al oído con esa voz gruesa.- Y que quede claro que me perteneces solo a mí.- Lo volvió a besar con más pasión siendo correspondido, al mismo tiempo que lo cargaba para apoyarlo contra una pared.

-P-Por Merlín, Draco.. Estás muy.. Caliente, ¿No?.- Rió entre jadeos, al sentir las manos de su pareja en sus muslos siendo apretados.

-Teniendote como novio, como para que no. Eres hermoso.- Lo volvió a besar, aunque a los pocos minutos fue alejado.

-Amor, en serio, estamos arriesgándonos. Y ya es tarde. Mañana tenemos dos clases y tal vez podríamos irnos a algún lugar, ¿Si?.- Le acariciaba el rostro, mientras sonreía al verlo formar un puchero.

-Bien, pero te voy a extrañar.- Lo bajaba con cuidado, dejandole más besos.

-Yo igual, pero ya sabes lo que hay que hacer. Antes del desayuno nos vemos aquí, ¿Te parece?.- Reía con ternura al sentir los labios del otro.

-Claro, mi amor. Descansa y sueña conmigo.- Le guiño en ojo, para darle un último beso y dejarlo ir.

-Tu también, lindo, te amo. Oh y "No te metas donde no debes."- Le hizo burla, señalándolo con el dedo, mientras se iba corriendo.

  El rubio había quedado embobado. No podía creer lo que estaba amando a su novio.  Era encantador y a pesar de lo que había pasado, le encantaba esa adrenalina. Terminaron por irse a sus habitaciones los dos. Para la suerte de Malfoy, no había nadie, aunque para la mala suerte de Patter, su amigo Weasley lo estaba esperando.

-Harry, ¿Dónde estabas?.- Lo miro preocupado, sin notar las marcas en su cuello.

-A-Amm... Bueno.. Yo.. Fui a leer un rato, no tenía sueño.. Pero ya es tarde, así que vamos a la cama.- Sonrió nervioso.

-¿Y esa flor? ¿Cómo la sacaste?.- Pregunto nuevamente el pelirrojo.

-La encontré en la biblioteca, debe ser de alguien, pero es linda así que la traje. Vamos a dormir.- Insistió, yendo rápido a su habitación, para por fin acostarse y pensar en lo que había vivido hace un par de minutos atrás. Estaba enamorado del blondo.

  La noche finalizó, la pareja se durmió pensandose y deseaba no levantar sospechas. Era divertido fingir ante los demás.

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Amor secreto. 《Drarry》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora