Té de limón

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03


El frescor del ambiente les llenó de complacencia, voces indistintas surgían mientras la pequeña familia concebía una nueva memoria dentro del cafetín del aeropuerto. Taehyung y Daeho desayunaban sandwiches de pavo, en cambio, Hana eligió una opción dulce, pidiendo tarta de nueces y un café expreso.

Ella balanceó con ligereza la taza en círculos para arremolinar superfluamente el café y darle un sorbo. Ese miércoles, Taehyung faltó a clases para poder acompañar a su querida progenitora, al igual que Daeho, al terminal; después ambos enviarían su justificación con el beneplácito de Hana.

"Chicos, olvidé mencionarles algo", evocó Hana, clavando ambos ojos sobre sus hijos. Ellos de inmediato elevaron sus rostros, prestándole la atención debida. "Jungkook recién estará con ustedes mañana temprano, así que les dejaré dinero para el almuerzo y la cena de hoy", enunció en tono calmo.

Taehyung le dio un último mordisco a su sandwich para proceder a limpiarse los restos de salsa con una servilleta.

"¿Puedo comprar...?", fue interrumpido hábilmente por Hana.

"No, nada de comida rápida, Taehyung", amonestó, ceñuda, recibiendo un asentimiento por parte de su hijo mayor en respuesta. Se pasó un mechón de cabello teñido por detrás de la oreja y terminó de beber su café.

A través de los altavoces, se anunció con potencia que los pasajeros del vuelo con destino a New York ya deberían ir abordando. Hana se levantó del asiento, siendo imitada por sus hijos y retrocedió la silla para mayor comodidad, sostuvo el mango de su maleta roja y la atrajo hacia sí.

La familia caminó diagonalmente hasta el área de abordaje, el último paso era la despedida. Hana fue abrazada de forma sorpresiva por sus dos retoños, quiénes batallaban internamente por no perlar, puesto que la extrañarían en demasía.

Finalmente, la soltaron de manera dificultosa; ella se formó en la fila como el resto de pasajeros que compartían el mismo destino de vuelo. Taehyung y Daeho mantuvieron sus sonrisas fulgurantes en un intento de alentar a la fémina durante el viaje; permanecieron así hasta ver su silueta perderse del campo de visión.

[...]


El frío mañanero pinceló cada esquina de la casa al alborear, como producto Kim Taehyung se tiritaba bajo la fútil protección de su manta. Pensar en tener que arreglarse para ir a la universidad le percutía la cabeza; sin embargo, tenía que unir todas sus fuerzas para levantarse.

Decidido, exhaló profundo y plantó los pies descalzos en el álgido piso parándose de golpe y permitiéndose escapar un chillido de su boca inmediatamente; anduvo en puntitas hasta llegar al otro extremo y sacó un par de prendas aleatoriamente.

Con hastío, se quitó el pijama, sustituyendo este por un suéter de lana blanco que se complementaba perfectamente con el abrigo azul que portó, un jean negro y calzó unas vans clásicas. Por último, cargó la mochila en su espalda, afirmando el agarre en una de las tiras.

Se removió en su lugar como si una pluma le hubiese cosquilleado el cuerpo; observándose en el espejo, peinó su cabello con notable incuria. Sus labios formaban una línea recta, traía ojeras a causa de no poder conciliar bien el sueño debido al frío avizorándole con insidia cuya intención era apresarlo.

Era un día aferrado a una paleta de colores azules y desabridos. Taehyung se aplicó perfume antes de bostezar inmensamente, se sentía un muerto viviente con ese cuerpo mortecino y somnoliento.

El sonido de platos moviéndose invadieron su audición, si no fuera porque Hana le avisó que el niñero de Daeho llegaría a primera hora del día a preparar el desayuno, ahora mismo estaría trepidando del miedo.

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⏰ Última actualización: May 10 ⏰

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salvatore › taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora