Kintoki y Anubis estaban ansiosos, el rubio a estado sintiéndose un poco mal los últimos días y una de las posibilidades que vinieron a su mente fue que se volvio a embarazar por lo que decidió hacerse la prueba de embarazo, despues de unos minutos finalmente el niño de oro tomo la prueba para ver el resultado.
Anubis: . . . ¿Y bien? -pregunto con su cola moviéndose de un lado a otro con impaciencia.
Kintoki: Uff tranquilo es falsa alarma -soltó relajando su cuerpo, no lo malentiendan no se niega a la idea de tener otro hijo pero de momento está conforme con sus dos pequeños.
Ambos adultos se relajaron pero la calma les duró poco ante el estruendo volteando encontrándose con la mirada dolida de su hijo mayor.
Kafele: ¿Cómo? ¿falsa alarma?, ustedes gustan de arruinar mis sueños ¿verdad? -dijo con los ojos cristalizados y sus orejitas perrunas abajo- ¿y ahora que se supone que haga con todos los juguetes, pañales y demás cosas que compre para el bebé? -murmuro apretando los puñitos y bajando la cabeza mientras hacía un puchero.
Ambos padres fueron a consolar a su hijo quien lloriqueba reclamando por su sueño frustrado de tener otro hermano.
