Capitulo 3

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Me aferré a mis sabanas, nerviosa mientras sentía el frio recorrer mi columna vertebral.
-____!!!!.- cerraba mis ojos y me tapaba los oidos intentando no escuchar nada .-____!! Ayúdame!.- golpeaba sus muebles y puse mi almohada sobre mi cabeza no queriendo escuchar.- Ayudame!.- sollozo callando al fin. Respire agitada al escuchar todo el silencio y mire la hora del reloj, dos y treinta cinco de la madrugada los gritos habían acabado. Ya habían acabado. Ya había pasada una semana desde que entre a la escuela con Grayson y todos los días escuchaba sus gritos de auxilio con mi nombre, hablamos mas a diferencia de cuando llegue, pero mi aspecto estaba cambiando y enfocada enfocándose principalmente en la forma en el que pensaba Grayson y me hacia ver el mundo. Natt ya me había presentado a algunos de sus amigos pero yo prefería pasar el tiempo con Grayson. Acaricie mis ojos con mis puños cerrados haciendo círculos sobre ellos con mi dedo pulgar, refregándolos. Había sonado la alarma y para mí como todas las noches, fue horrible. Grayson  en la escuela no mencionaba nada acerca de sus gritos, y yo tampoco. Hoy no quería asistir a clases, no me sentía bien y el sueño me mataba.
-Mamá, no iré hoy, ¿está bien?. No tuve una noche muy buena que digamos.-Me apoyé en el marco de mi puerta mientras ella ordenaba la ropa para mi padre.
-Oí los gritos.-dijo sin girar a mirarme.- tu nombre estaba en ellos.-Se levanto mirando hacia la ventana.-hablas con Grayson , ¿no es cierto?.-Se cruzó de brazos mirándome indignada.-¡te dije que no le hablaras,___!.-Alzó la voz.
-¿Qué pasa, cariño?.-Despertó mi padre de un salto viéndonos nervioso.
-__.-lo miro.-___ sigue hablando con Grayson .-Lo miro molesta y luego a mí. Mi padre, a diferencia de ella, sacudió su cabeza delicadamente quitando las sábanas de su cuerpo.
-___.-Me llamo dando pequeñas palmadas a su lado en ula cama, mi madre camino hacia la puerta cerrándola a medida que me deslizaba por el lado de mi padre.- Grayson tiene problemas mentales.-Acaricio mi cabello mientras yo asentía y mi madre se sentaba en un pequeño sofá de su habitación entrelazando sus dedos.
-Lo sé, puedo notarlo.-Susurré segura.- y quizás puedo ayudarlo.-Mi madre bufo molesta levantándose indignada.
-¡¿Te has visto en el espejo?!.-Tomó mi brazo bruscamente guiándome al baño de su habitación.
-Cariño, ya basta.- decía pasivamente mi padre mientras el sudor corría por mi frente.
-¡Mírate!.-Me empujó contra el lavamanos haciéndome verme en el gran espejo. Mis labios estaban secos y oscuros, no el típico color rosa que solían tener antes de llegar aquí. Mis ojos estaban opacos apagando el color alegre de antes, enormes ojeras estaban bajo ellos. Mi madre sacudió la cabeza.-te estás volviendo como él, cariño. Era hora de que te dieras cuenta. Imagínate.-levanto los brazos. -llevamos solo dos semanas aquí, ¿Qué pasará en un mes?.-Salí de su habitación sorprendida. Corrí a la mía y tranque la puerta para luego lanzarme a la cama, me aferre a las sábanas y cerré mis ojos. Ella tenia razón, me estaba volviendo como él.
En el resto del día no quise salir de mi habitación, mis padres estaban en el trabajo y era hija única, me quede mirando al techo por horas, si comer nada, sin hacer nada. Sólo pensando, pero todos mis pensamientos se conectaban con Grayson. La tarde llego rápido, y el frío se hizo presente, mis padres llegaban tarde hoy, pero unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos. Me levante extrañada. Quite el seguro de mi puerta y baje la escalera despacio, abrí y quede atontada.
-Grayson .-susurré.-¿Qué haces aquí?..................

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