Capitulo 4

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-Quería saber cómo estabas.-me miro nervioso.- me sentí raro hoy, no estabas.-me apoye en la puerta mientras ordenaba mi blusa que se caía a cada instante dejando al aire mi hombro.
-¿Quieres pasar?.-Abrí un poco la puerta y Grayson se abrió paso. Miró algunos cuadros mientras lo miraba me senté en el sofá mirando la hora, quedaba bastante tiempo para que llegaran mis padres. Jugué con mis dedos nerviosa mientras Grayson miraba el resto de la sala en silencio, no quería sacar el tema de sus gritos pero ya no podía vivir con ello.
-Grayson .-Murmuré provocando que se girara, pero otros golpes en la puerta me hicieron sobresaltar.- mis padres no tocan.-lo miré y Grayson movió su cabeza indicándome que abriera. Asentí en silencio levantándome con mis pies descalzos, mis short y me camisa holgada.- ¿Qué haces aquí?.-Miré a Vic extrañada mientras él sonreía inexplicablemente.
-¿Qué hace él en tu casa?.-Miró sobre mi cabeza y me gire para ver a Grayson mientras este le sonreía burlón y lo saludaba con la mano.
-Somos vecinos, venía a ayudarme a estudiar.-Le abrí los ojos a Grayson para que me siguiera el juego.
-si, es verdad. Si quieres puedo irme. Ah ¡qué va!. Me iba de todos modos.-Paso por mi lado y por delante de Natt hacia mi jardín, giro sobre si y me dedico una sonrisa. Hice lo mismo y Natt me obstruyo la mirada extrañado.
-al parecer son muy amigos.-Se apoyo en el marco de la puerta principal.
-Ni si quiera lo conozco bien, Vic. -Sacudí la cabeza sonriendo.- ¿y a que vienes?.-me encogí de hombros.
-Pensé, que como ya es viernes, podríamos salir a algún lado. Natt pensó que quizás podríamos ir a su casa a jugar video juegos.-Hizo una mueca.- sólo si quieres.-Acaricie mi rostro con mis manos.-
-Mis padres no lo aceptarían, menos si voy sola con dos chicos.-Encorve mi espalda agotada.-Además tengo mucho sueño, no creo que sea posible. Pero gracias.-
-Anda, tus padres no lo sabrán, volveremos temprano.-Me dio un pequeño golpe.-Natt ya pidió pizza.-Sonrió triunfador y comencé a reír.
-Bien, deja cambiarme.-
-Sólo iremos a la casa de Natt, ve por zapatos y listo.-
-A eso me refería.-Le dije extrañada.
-Ah, sí claro.-Se rasco la cabeza, lo deje pasar y subí rápido a por mis vans, las puse entusiasmada y me perfume un poco para después peinar mi cabello y trabe la puerta guardando una llave en el bolsillo de mi short, si mis padres llegan, sabrán que estoy molesta y me dejarán en paz.
-¿Dónde vive Natt?.-Dije mientras apagaba las luces de mi casa y dejaba la de la sala encendida.
-Es por aquí cerca.-Montó su moto y me subí a sus espaldas aferrándome a su cintura, miré hacia la casa de Grayson y la luz estaba apagada. Vic hizo ronronear la moto y apretó el acelerador, anduvimos por unos minutos y se detuvo en una enorme casa oscura.
-¿Vive con sus padres?.-
-Ya no.-Quitamos nuestros cascos y baje entusiasmada, Vic me agradaba bastante. Me olvidaba de las conversaciones suicidas de Grayson cuando estaba con ellos dos. Toque el timbre y Natt abrió la puerta con una gran sonrisa.
-¡__!.-Me cogió por la cintura dándome un gran abrazo.- pensé que Natt mentía cuando dijo que vendrías aquí.-
-Pues te equivocabas.-Luego Vic y Natt se saludaron, pasamos el resto de la tarde a carcajadas. Jugamos video juegos, comimos pizza y Natt lanzaba bromas que hacían llorar de la risa. Faltaban pocos minutos para que mis padres llegaran a mi casa pero no le tome importancia, ni notarían que había salido.
-¿Por qué no te quedas?.-Dijo Natt bebiendo de su cerveza y Natt asintió entusiasmado con un trozo de pizza en su boca.
-Hey.-levante mis brazos.-ya desobedecí mucho viniendo hasta aquí, no puedo quedarme.- Me baje del sofá.- y es mejor que me vaya.- Bufó Natt enfadándose de mentiras y sonreí.- quizás nos veamos mañana.-Besé su mejilla y me acompaño hacia la puerta.- nos vemos.-
-Cuídate.-Cerró la puerta de su casa luego de dejarnos salir a Natt y a mí. Natt al subirse a la moto estaba algo ebrio pero no lo suficiente como para no poder manejar. Al menos llegue viva a mi casa y mis padres aun no habían llegado. Volví a mirar la ventana de Grayson , pero no se oían gritos, más bien sollozos. Mordí mi labio angustiada al oírlo. No quería que estuviera mal.........

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