One of the Girls

Capítulo 8

Gema Lancaster

Termino de bajarme del auto acabamos de llegar a Argentina, nadie me ha visto bien mis lentes de sol ocultan mis ojos hinchados ayer Chris se le ocurrio la gran idea de usar mi habitación como cuarto de motel, dormí en la sala llore toda la noche.

Pero no dejare que esto arruine mi misión vine mentalizada todo debe salir perfecto, sin darme cuenta llegamos a la habitación los que actuán como nuestros guardias traen las maletas.

Examino cada rincón y maldigo al ver una cama, mierda tendre que dormir con Parker,genial con lo que me agrada.

 En menos de nada el y yo nos quedamos solos, la maldita cena es mañana tendre que pasar un día entero con el, sin hacer nada.

— ¿Me dejaras verte a los ojos o seguiras con esos lentes?

—En que te afecta que los use Parker. — Me volteo — Además dudo que quieras ver mis ojos ahora.

Estaba por irme cuando el me toma de la cintura y me acerca de golpe a él.

— ¿Por qué no querría verlos?  — Su nariz empieza a oler mi cuello y yo inclino la cabeza dandole más acceso.

— Tendras que descubrirlo tú

Mi respiración aumenta cuando empieza a besar mi cuello y mi cuerpo pide más, jadeo cuando sus labios succionan piel de esa zona.

— No me digas que ya te mojaste morena — No logro articular palabra — O quieres que lo descubra también.

— Y quien dijo que te dejaría descubrirlo.

Espero una respuesta que nunca llega en cambio me sorprende cuando  une nuestros labios en un beso salvaje lleno de deseo que ambos sentimos, sin pensarlo se lo sigo enredando mis manos en su cabello.

Me alza haciendo que enrrolle mis piernas en su cintura mi centro hace frición con su ereccion y eso solo aumenta el deseo que siento.

— Que diría tu esposo si te viera así — Baja sus manos a mi vientre bajo y lo presiona haciendo que yo gima — Tan deseosa porque te folle.

— Nada — Sin que se lo espere me separo de golpe — Porque no vamos a follar.

Sonrío al ver su cara de confusion mientras yo tomo un traje de baño de mi maleta.

— En serio creiste que caería tan fácil? — Su cara paso de la sorpresa al enojo puro — Se equivoco conmigo capitán, no soy una mujer de las que usted y mi esposo frecuentan, así que permiso disfrutare del hotel y no se encontrare a un tipo con el que si quiera follar.

Entro al baño y mi mente planea algo muy malvado dejo la puerta entre abierta se perfectamente que el puede verme así que me quito la ropa.

Con toda esta adrenalina nisiquira tuve tiempo de recordar que llevo casi dos días sin comer pero el mareo que me abarca es el encargado de hacerlo.

Salgo cubriendome con un vestido veraniego ignorando a Parker hasta que estoy en la puerta.

 — Ire a la piscina nos vemos.

***

Durante todo el maldito camino me siento horrible, la cabeza me da vueltas y siento que se sofoco pero debo bajar de peso no puedo seguir engordando como lo hago.

Llego hasta la piscina agarrandome de cada cosa que se me topa, no tengo ganas de nada, todo me comienza a dar vueltas.

Siento que el piso se mueve pero se que solo es mi mente porque el borde de la piscina esta a mis pies y siento que estoy más lejos, no quiero saber nada de nadie ahora solo quiero nadar un rato para desetresarme.

Respiro agitadamente y me es invetidable no pensar en que posiblemente estoy haciendo el rídiculo, mis ojos pesan cada vez más pero los obligo a mantenerse abiertos no es momento para uno de mis dramas.

Mis manos tiemblan y no se porque lo hacen solo me siento mal pense que esto se me pasaría pero no me siento cada vez más mareada y mis ojos se cierran,

Lo último que mi cuerpo sientes es el contacto del agua fría y el sonido de un peso muerto cayendo sobre esta luego de eso me dejo llevar por mi mente y mi cuerpo que me piden un descanso.

Todo esta negro y me quedo dormida poco a poco hasta dejar de sentir.

Dominick Parker

Maldita, le encanta provocarme y luego irse como si nada como si le importara una mierda loq ue ella misma provoca o busca.

Algún día le cobrare todo me siguie el maldito beso, si no fuera porque... de seguro ahora la estaría embistiendo mientras disfruto de sus gemidos pero no se fue y me dejo con las ganas y una ereccion que duele como la mierda.

No conforme con eso dejo que examinara su cuerpo desnudo, ella sabía perfectamente lo que hacía al dejar la puerta del baño abierta, quería seguirme provocando pero no le tocare ni un solo cabello hasta que ella me lo permita.

Aunque todo el deseo y lujuria se fue cuando me detuve a ver más su cuerpo, está más delgada y eso no me da buena espina, cada que la veo en la central se la pasa en el gimnasio y casi nunca va a la cafetería a comer como lo hacía antes.

Quiero creer que es por Rachel, sus amigas se la pasan hablando de ella por los pasillos desde que la ojiazul se fue pero algo me dice que no que mi moerena le pasa algo más.

Salgo azotando la puerta del maldito cuarto de hotel necesito un jodido trago y recordar los labios de Gema no ayuda a la calentura que quiero bajar.

Me topo con los málditos escoltas cuando veo a la gente pegada a la ventada viendo no se que, como si fuera una película me hacerco y la imagen que veo me paraliza.

Gema...

Gema esta en la piscina flotando como un cadáver sin pensarlo salgo corriendo y al llegar a la piscina la veo mejor es ella.

Sin dudarlo saltoy nado hasta ella, al llegar atraigo su cuerpo hasta mi y lo sostengo, salgo a la superficie mientras me aferro al cuerpo de Gema.

La coloco en el suelo y reviso sus signos vitales, sabra Dios cuanto tiempo estuvo en el aguar, le cierro la nariz y le abro la boca.

Coloco mis manos en su pecho y comienzo a hacer RCP, el tiempo pasa como si fuera en camára lenta y Gema no reacciona.

— Vamos morena no te vayas, no dejes el mundo aún te quda mucho por vivir — Sigo intentando hasta que sea necesario — Lo que sea que te este pasando te ayudare pero no te vayas, lo superaras pero quedate.

Maldigo cuando el RCP no funciona pero me niego ella no se puede morir así.

— Con undemonio Gema despierta. 

Como si fuera magia despierta tosiendo y la ayudo a esxulpar el agua, su respiracion esta agitada y sus ojos rojos por el movimiento bruso.

— Me salvaste — Su voz esta ronca y tiembla del frío.

— Es lo que un esposo debe hacer por su esposa — Ríe al enter el porque le hable así — Te llevare con un doctor y no es pregunta.

Estaba por levantarme cuando me detiene.

— Debo agradecerle a mi esposo por salvarme 

Frunzo el ceño sin entender pero todo cobra sentido cuando toma mis mejillas y me besa, es un beso distinto al de hace unos momento pero lo disfruto con las mismas ganas.