I⃨

38 7 0
                                    

Lo de la mudanza no ha sido nada fácil para ninguno de nosotros, Cliff y yo somos personas un tanto reservadas así que había sido algo difícil conseguir amigos desde que tenemos memoria, no hablo de personas con las que solo hablas de alguna que otra tontería o hacen cualquier cosa para pasar el tiempo; hablo de esas personas en las que puedes confiar incondicionalmente pase lo que pase. Bueno, al menos tenía la fortuna de mudarme junto con mi "mejor amigo", pero sigo hablando de mi hermano. Arizona nos había cobijado desde el día en el que nacimos, pero es tiempo de cambiar, creo que esta preocupación de mis padres viene un tanto por Dean, el más pequeño de esta familia. Digamos que en los planes de ellos solo estaba tener dos hijos, pero el destino les quiso cambiar un poco esto. Su nacimiento fue algo que nos cambió la vida, yo le llevo diez años y Cliff trece. Mis padres en su juventud eran hippies, pero ahora son completamente diferentes, se la viven hundidos en su trabajo, y esto en algunos momentos ha dificultado la crianza de Dean, ya que mi hermano y yo hemos sido quienes se han encargado en gran parte de él.

Hace unos meses le dijeron a mi papá que probablemente lo ascenderían de puesto, pero que tendría que mudarse a California, él ya nos lo había  advertido, pero nos lo tomamos muy a la ligera porque ya había tenido ofertas de este tipo y las rechazaba o al final no se las daban. Pero ahora que estoy sellando la última caja de mis pertenencias lo siento tan irreal, realmente no quiero alejarme de Arizona, no quiero empezar todo desde cero, le tengo miedo al futuro, pero creo que es algo tarde para ponerme a lloriquear, la única opción que tengo es bajar esta caja y subirla en el camión.

Tomé la caja y le eche un último vistazo a la que fue mi habitación estos últimos dieciséis años, salí de esta y cerré la puerta soltando un pequeño suspiro. Me dirigí a las escaleras pensando en que probablemente este sería mi último momento caminando sobre estas.

-CLIFF! CLIFF DONDE ESTÁS!?- Grité buscando a mi hermano, ya que no lo veía por ninguna parte.

-Eh, ya voy, estoy acomodando un poco de nuestras cosas en el camión- Apenas y lo escuché, su voz era un poco más baja de lo normal, debido al cansancio supongo.

-No te preocupes, voy para allá- Lo admito, la caja era un tanto pesada y quería un poco de ayuda, pero tampoco era algo imposible de hacer, así que la tomé y me dirigí al camión.

-Y nuestros padres?- Pregunté, parecía que la casa estaba completamente sola.

-Salieron, se llevaron a Dean. Fueron a comprar cinta para sellar algunas cajas que les hacen falta y supongo que algunos bocadillos para el camino, estás lista?- Me lo dijo mirándome a los ojos, creo que el me conoce lo suficiente como para saber que este cambio no era algo que me emocionara.

-La verdad no... Estás últimas noches he estado pensando mucho a cerca del futuro y es algo que me aterra, no me siento capaz de empezar una nueva historia.

Cliff se acercó a mí, me abrazó por atrás para después hacerme mirar al cielo.

-Hey! No te tienes que preocupar por eso aún, en verdad no creo que todo se vaya a la mierda, entiendo que no quieres dejar atrás todo lo que hemos ido construyendo, pero tampoco podemos aferrarnos, solo déjalo ir, si? Sabes que siempre estaré para escucharte o lo que sea que necesites- Finalizó esto dándome un golpe en el hombro y después se recargó en mi.

-Está bien... supongo que un cambio no hace tanto daño.

Nuestros padres llegaron, Dean entró corriendo y me puso unas skittles en la mano, eso me alegró un poco; el tener a alguien que apenas está descubriendo el mundo me hace cambiar de perspectiva.

Después de un rato, ya con todo listo nos subimos al carro, Dean iba en la ventana, yo en medio y Cliff al lado. Estuve un rato viendo el paisaje hasta que me quedé dormida, desperté un rato después, ya se había hecho de noche, y todavía teníamos un largo camino por delante. Me quedé un rato platicando con Cliff, y después volvimos a dormir. Para el amanecer ya estaríamos cerca de llegar a nuestro destino.

Unas horas después...

Yo no tenía ni la más mínima idea de cómo era la casa, solo mis padres la conocían, así que al llegar lo primero que hicimos fue explorar un poco, era muy pero muy grande, tenía siete habitaciones, y un jardín realmente lindo. Honestamente no me preocupaba el escoger una habitación, pero quedé fascinada con la que tenía vista hacia el jardín, así que esa sería.

Bajamos todas nuestras cosas a la sala y solo desempacamos los colchones, para poder dormir. Estaba feliz, creo que al final si quería darle un giro de 360° a mi vida.

Arrumbé todas las cajas en un rincón de mi habitación y solo puse el colchón en una esquina, quería probar si ahí era un buen lugar para después poner ahí mi cama. Salí de mi habitación en busca de Cliff, abrí una por una de las puertas hasta encontrarlo.

-Hola Lee!- Le dije en un tono burlón, sabía que no era muy de su agrado cuando lo llamaba por su segundo nombre.

-Ah, vas a empezar a joder de nuevo con eso?- Me miró al instante mientras me rodó los ojos.

-Si, tal vez, algún problema?- Le contesté mientras me adentraba en su cuarto.

-Mejor cállate Lenay.- Me dijo mientras me tiraba contra su colchón.

-Ah... está bien, está bien, dejemos los segundos nombres de lado. Solo venía a ver cómo la estabas pasando.

-Mmm supongo que bien? No se, creo que podría ser peor, digo al menos la casa es amplia, y supongo que nos dejarán algún cuarto para poder ensayar, con eso me puedo considerar un hombre feliz.

-No lo había pensado, pero tienes razón!... Bueno, supongo que ya es algo tarde, estoy hecha mierda después de todo el viaje... Se que es temprano pero iré a dormir de una vez por todas. Hasta mañana Lee, avísale a mis padres por si es que me buscan.- Le di un pequeño abrazo mientras él me daba un golpe en el hombro por llamarlo así una vez más.

-Si, si, anda, ve a dormir.- Me dijo entre risas mientras me empujaba fuera de su cuarto.

Die, Die, My Darling [James Hetfield]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora