Capitulo 2 CAMINO A BOGOTÁ

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- Es un largo camino de Medellín a Ciudad De Panamá- le dije
-Lose pero bale la pena, es un lugar muy lindo- me dijo Dereck

Solo aviamos esta cinco horas en el carro camino a la capital y ya era como si lo conociera de toda la vida, yo estaba feliz, pasamos horas y horas tonteando.

Ya era muy tarde y teníamos que dormir paramos en Girardot en un motel ( creo que se llamaba... La estrella dorada plateada) en fin, paramos en ese motel a dormir.

Después de llegar a la habitación Dereck empezó a hablar con una mujer de unos 20 a 29 años. Cuando termino de hablar, yo le pregunte con quien estaba hablando, al principio se quedo callado, entonces le volvía preguntar , con quien hablabas y hay si me respondió: solo con la amiga que nos va a recoger en el aeropuerto de Ciudad de Panamá. Yo de ingenua le creí.

La mañana siguiente pagamos el motel y seguimos nuestro camino. Como a Dereck lo estaban buscando, la única manera de hacerlo era montarnos en un avión de contrabando.

-Estas seguro que el avión el seguro- le pregunte con angustia.
- Pues.... si pero tienes que decir tu nombre completo antes de entrar- me dijo muy confiado.

Aunque con angustia, me dirigí a la puerta de avión. Cuando llegue un hombre me dijo -nombre por favor-
- Natali Ming-.

Entramos al avión con Dereck, y lo acepto el avión era seguro muy seguro y de hecho me divertí mucho con el y en ese momento estaba casi 100% segura de que era amor de verdad.

Cuando llegamos a Panamá en el aeropuerto había una mujer alta mona ojos azules y tenía un vestido rojo intenso, mejor dicho perfecta. Yo la vi antes que Dereck ,cuando Dereck salió la mujer salió a abrazarlo, no sabia que estaba pasando.
- Dereck, ¿quién es ella?- le pregunte tranquila, aunque por dentro lloraba
-a, ella es mi novia- me dijo abrazando a Antonia "así se llamaba ella"
En ese momento ya no pude resistirme mas. Me ataque a llorar, iba a salir a correr pero el me comió el brazo, yo lo mire y le dije: déjame, no me llames, no me escribas, no me busques y déjame en paz.

Amor sin limitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora