(9)

491 37 10
                                    

Me estaba arreglando para ir al cine junto a Filis, aún no teníamos decidido que es lo que queríamos ver.

Ya estábamos en el taxi, no teníamos que esperar mucho ya que el cine no era tan lejos.

—Quiero dormir.— dije.— Tengo sueño.

—Wey, cada vez que vamos al cine tienes sueño.— se quejó.

—Y esta no será la excepción.— aseguré y él me miró mal.

Llegamos, vimos la cartelera y escogimos una película de comedia.

Nos sentamos a esperar a que la sala se llene.

Ambos estábamos en el celular, yo estaba entretenida hasta que escuché unas voces que se me hacían conocidas.

Alcé mi vista y vi a tres chicas que reconocí al instante. Eran, Ari, Ama y Samantha.

—Oye.— le di un codazo a Filis.— Mira quienes están ahí.— señalé y se sorprendió.

—¿Qué tan probable era que vengan al mismo cine que nosotros?— preguntó y alcé los hombros.

—Al final de la película te puedes acercar a Ama.— propuse.

—¿Qué? ¿Estás loca? Cuando habló con ella por chat me pongo nervioso, imagínate en persona.

—Pues tienes que superar eso pendejo, ¿o piensas que toda la vida hablarán por chat?

—Lo pensaré.— habló.

Ellas se sentaron más abajo que nosotros, la película comenzó, las risas no faltaban en la sala. Yo reía, pero no por la película, sino por la risa de Ama, me gustaba verla reír.

La película terminó, todos nos estábamos levantando de nuestros asientos, Ama alzó la vista e hicimos contacto visual, ella hizo un movimiento de manos en forma de saludo y yo hice lo mismo.

Ari notó eso y volteó, se le formó una sonrisa coqueta y luego le dió un codazo a Samantha que también volteó para ver que pasaba.

Filis se dió cuenta y me miró de una forma extraña.

Cuando mi mejor amigo y yo salimos las tres chicas nos estaban esperando afuera.

—Hola.— saludó Ari.— Los estábamos esperando y queríamos saber si quieren comer con nosotras.

—¿Qué dices?— murmuré a Filis.

—Claro, es mi oportunidad.— susurró.

—Eh, sí, está bien.— acepté y Ari sonrió.

—¿Qué les apetece comer?— preguntó Samantha.

—Lo que ustedes decidan está bien.— respondió Filis.

Al final, escogimos ir por unas hamburguesas.

Todas las chicas fuimos al baño mientras Filis esperaba a que llegara la orden.

—Hola.— saludé a Ama.

—En persona eres más linda.— dijo y sentí mis mejillas arder.

—Gracias, tú igual.

—Yo quería pedirte disculpas por la vez que me burlé de la situación que pasaste con mi hermanita.— comentó Ari.

—No te preocupes, eso ya está en el pasado.

Conversamos un ratito más y las hermanas salieron, en el baño sólo estábamos Samantha y yo.

—Ahora estamos solo las dos.— habló y asentí.— Wey, ¿qué se traen tú amigo y Ama? Esa pendeja no deja de hablar de él, a Ari y a mí nos tiene locas con ese tema.

—¿En serio?

—Sí, wey.— contestó.

—Si me entero de algo, te aviso.— bromeé.

—Va.

Cuando salimos del baño Ari estaba afuera y nos jaló hacia otro lado.

—Hay que dejarlos solos.— comentó.— Les dije que ____ se sentía mal y que estaríamos acompañándote.

—Pinche Ama, wey.— se quejó Samantha.— Yo sí quería comer.

—Vamos a otro lugar, entonces.— hablé.

Ellas aceptaron y nos fuimos a pasear a otro lado, sentía que no quería dejar solos a Ama y a Filis, pero no me quedaba de otra. Por alguna extraña razón no quería que mañana mi mejor amigo me contara como le fue.

Esto es imposible (Ama x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora