𝐅𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨

I: Elegido

En el vasto y profundo bosque de Hyrule... ha servido como Espíritu Guardián, es conocido como el Gran Árbol Deku. Los Kokiri, también conocidos como los "Niños que Nunca Crecen", viven junto con él en la pequeña pero hermosa Aldea Kokiri.

Cada Kokiri nace con un Hada Guardián, sin embargo, en esa pequeña aldea existió un niño que no tenía un hada, siendo el único y el primero con esta condición. Este chico, de cabellos rubios y hermosos ojos azules, se encontraba durmiendo sobre la cama de su pequeña casa del árbol en la aldea, parecía inquieto, quejándose entre sueños y dando vueltas en su cama, durante varios días un sueño extraño ha estado atormentando la tranquilidad de sus noches.

En el sueño era una noche en la que llovía a cántaros, él se encontraba acompañado de un hada azul, parado frente a una muralla con 3 triángulos amarillos grabados en su estructura, de la cual bajaba lentamente un puente levadizo, apenas bajaba, una mujer de cabellos blancos, ojos rojos y armadura salía rapidamente cabalgando sobre un caballo, acompañada sobre el mismo por una niña de ropajes finos. El niño observaba a la niña cuando el caballo pasaba junto a él, esta lo miraba fijamente con unos ojos de preocupación.

Una vez se alejaban el chico escuchaba un ruido detrás de él y al voltearse... un hombre de cabellos rojos, ojos avispados y armadura negra se encontraba frente a él, dominando a su feroz y enorme caballo de armadura también negra, una vez la bestia se calmaba el hombre observaba al chico y extendía un brazo hacia él con una sonrisa confiada adornando su rostro de piel verde

El pequeño niño observaba con terror y sin poder moverse al hombre frente a él, sintiendo sensaciones y escalofríos recorrer su espina dorsal y aglomerarse en su estómago, luego de eso... el sueño termina.

Mientras tanto, en un pequeño claro no muy lejos de la Aldea Kokiri sucedía una reunión.

--Navi... Navi el hada... ¿dónde estás?, ven aquí...

Una pequeña hada azul rápidamente acudió al llamado, llegando frente al Gran Árbol Deku, un imponente y enorme árbol con leves rasgos humanos que sacaban a relucir que estaba vivo mientras los rayos del sol de la mañana atravesaban sus hojas alumbrando la corteza de su tronco. Por su parte Navi era una pequeña bola de luz azul con alas, realmente si tenía cuerpo pero debido a la luz que emitía no se podía visualizar.

--Oh, Navi el Hada...-- Comenzó a hablar el Árbol Deku-- Escucha mis palabras... las palabras del Gran Árbol Deku.

La pequeña hada observó con atención al padre del bosque a espera de sus palabras mientras flotaba frente a él.

--¿Lo sientes?-- Continuó el sabio-- Un clima maligno está descendiendo sobre el reino, las fuerzas del mal se están reuniendo para atacar Hyrule.

El hada asintió aunque no se pudiera ver el gesto debido a su luz.

--Desde hace tiempo el Bosque Kokiri, fuente de vida, ha servido como barrera para disuadir a los forasteros y mantener el orden del mundo-- Dijo el viejo árbol-- Pero... ante esa tremenda maldad incluso mi poder no puede hacer nada...

--¿Incluso usted...?-- Preguntó Navi, a lo que hubieron unos segundos de silencio.

--Ha llegado el momento de que el "chico sin hada" empiece su viaje, el chico cuyo destino es guiar a Hyrule por el sendero de la justicia y la verdad.

Navi comprendió rápidamente.

--¡Ve ahora Navi!, busca a nuestro joven amigo y traelo ante mi... no me queda mucho tiempo...-- Estas últimas palabras hicieron que se estrujara el corazón de la pequeña hada-- ¡Vuela Navi vuela!, el destino del bosque... no, ¡del mundo entero depende de él!