Part Of Me -Yeonjun (PAUSADA)

23. Yeonjun

¿Cómo se podía ver tan tierna durmiendo?

No me importó dormir con Jiri esa noche, porque entrar en mi habitación en la mañana y ver el rayo del sol iluminarla como si fuera un foco de un teatro fue mágico.

Pude ver su rostro enrojecido de llorar ayer, y la ropa con la que vino que ya reconocía como su pijama.

La pequeña idea de no ir a clase me tentó bastante. Quedarme allí y preguntarla por qué había aparecido tan tarde por esas calles, quería los detalles. El porqué peleó con su madre, cómo pensó en venir aquí primero y por qué no avisó a alguien antes de salir, aunque fuera por mensaje.

Me acuclillé frente a la cama, observé detenidamente su pacífico rostro. Aparté con cuidado el mechón de pelo que había en su rostro y sonreí al ver que fruncía el ceño.  Quise besarla, pero no era correcto, ni ética ni legalmente.

—¡Yun!

Me levanté al instante y mandé callar a Jiri que entraba en la habitación. Ella obedeció, pero su rostro mostraba lo impactaba que estaba por mi inesperada acción. Ella, al ver quién estaba en la cama, se emocionó, pero la levanté del suelo antes de que se echara sobre nuestra visita. Bajé con ella en mi hombro hasta el salón. Mi padre estaba allí haciendo el desayuno, Sanho vino tras de mí y me dio un golpe en el culo con uno de sus juguetes. No le dije nada, pero podría haberle asesinado tranquilamente.

—Buenos días, vas a ir a clase, ¿No?

Parecía una advertencia, pero mi padre no era de ese tipo; simplemente preguntaba qué tenía pensado hacer.

Bajé a Jiri dejándola sentarse por su cuenta en la silla.

—Iré—miré de reojo al piso de arriba—¿Vas a ir a trabajar ahora?

—Más tarde, no tengo cita hasta las doce o por ahí.

—Pues si le haces más tarde el desayuno...—me senté en la silla con una sonrisa incómoda.

Mi padre dejó dos platos sobre la mesa para los más pequeños. Se apoyó en la silla frente a mí y me miró fijamente alternando su vista por zonas de mi cara.

—¿Es tu chica, Yeonjun?

—¡Es Yu!—Jiri no dudó en meterse en la conversación—¡Va a ser su novia! A que sí, dime que sí.

—Ya sabes hijo, haz caso a tu hermana que tiene buen ojo con las personas.

Mi padre volvió a la cocina, y yo solo miré desafiante a mi hermanita. Era una bocazas en todos los sentidos posibles.

—Me suena que es la hija de Jang—dejó mi plato delante de mí—¿Sabe que está aquí?

Oh, mierda, olvidé ese detalle. Mi padre me leyó la cara al instante.

—Come y vas a avisarle.

Comí más rápido de lo normal, y salí de casa aún colocándome la sudadera que me acababa de poner. Si tardaba mucho en ir me encontraría con que ya se había ido al restaurante a preparar cosas. Me coloqué la mochila y llamé al timbre nervioso.

¿Cómo le explico que su hija está durmiendo en mi cama?

—¿Yeonjun? Unas horas muy raras para aparecer en mi casa—esbozó una sonrisa—¿Acaso quieres volver a la ciudad ya?

Si ella estuviera allí a lo mejor me lo pensaba, pero no era el caso.

—Eh, no, es un tema más difícil de decir—me mordí el labio de los nervios, y él pareció darse cuenta porque dejó ese rostro juguetón.