Esas noches de verano

La Mañana Silenciosa

= La Mañana Silenciosa =

Valt se despertó al amanecer, con los primeros rayos de luz entrando por la ventana.

Se giró, dándose cuenta de que Shu seguía durmiendo a su lado.

Se quedó observándolo, notando detalles en su rostro que no había visto antes: las líneas de expresión, el leve movimiento de su pecho al respirar, la manera en que su rostro se relajaba en sueños.

Shu se movió ligeramente y abrió los ojos, encontrándose con la mirada de valt.

Ambos se quedaron en silencio, un poco sorprendidos, pero sin moverse.

—Buenos días —murmuró Shu, desperezándose lentamente.

—Buenos días —respondió Valt, sintiéndose un poco nervioso, pero sin apartar la mirada.

Shu sonrió, y se sentó en la cama, observando la luz del sol que llenaba la habitación. Había una calma inesperada en el ambiente, y ambos se sintieron un poco cohibidos.

—Es raro valt, ¿no? —comentó shu, rompiendo el silencio—. Estar aquí, contigo, después de tanto tiempo. Se siente… familiar.

—Sí, yo también lo siento —dijo Valt, bajando la mirada al suelo, sin saber cómo describir la mezcla de emociones que sentía.

Desayunaron juntos, hablando de cosas ligeras, evitando profundizar demasiado en lo que habían sentido al despertar.

Sin embargo, ambos sabían que algo había cambiado.

Había una comodidad en compartir esos pequeños momentos que no habían experimentado antes, y aunque no dijeron nada al respecto, sentían el peso de las emociones no expresadas.

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