♦Capítulo 6♦

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La oscuridad inundaba el frío calabozo donde Chuuya comenzaba a abrir los ojos. Lo último que recordaba era haberle gritado a Akutagawa y que todo se pusiera oscuro después de sentir un golpe en la cabeza, que el asumía se lo dio el chico de ojos bicolor.

Miro a los costados del lugar, no era cualquier calabozo, era uno de la Port Mafia.

Trato de quitarse las condenas que tenía en sus brazos, pero no pudo, su habilidad no estaba funcionando y entonces noto algo, sus manos estaban manchadas en sangre, pero no comprendía porque. Trato de hacer memoria haber si recordaba algo útil, pero de repente la respuesta a sus preguntas bajo por las escaleras que daban al calabozo.

—Veo que ya despertaste chibi.—Dijo Dazai mientras se le acercaba a su ex compañero. Se paró frente a el y apoyo sus manos contra la pared, asiendo que sus bocas estén a un pequeño movimiento de besarse.

Las mejillas de Chuuya se pusieron rojas por tenerlo tan serca, y en ese momento el castaño movió la cabeza para mirar las manos de el otro.—¿Te gusto mi pequeño regalito? Te manche las manos con mi sangre para que tu habilidad se anulara sin que yo me quedé agarrandote todo el rato. Es para que te quedes aquí sin hacer nada, no sería conveniente que…

—¿Para que me trajiste aquí?—Lo corto el pelirrojo con tono desdeñoso.

—Ay chibi, que mal carácter.—Dijo el mafioso mientras apoyaba su cabeza en las manos de Chuuya.—¿No es ovio para lo que te traje? Quiero que vuelvas a al mafia, vamos, seamos el doble negro otra vez.

Una patada por parte del pelirrojo tomo desprevenido a Dazai. Haciéndolo retroceder, y esbozar una sonrisa, para el, era como recordar los viejos tiempos.

—Escuchame bien, bastardo psiquiátrico, no vamos a volver nunca. Acabas de secuestrarme, ¿Cres que me va a dar síndrome de Estocolmo o que putas? Dazai, tu y yo pudimos ser amigos, o tener una relación incluso, pero tú, lo arruinaste, y a decir verdad, hace tiempo.

Dazai se enojo con eso y volvió a acercarse a el ojiazul.—No, no es sierto tú y yo estamos destinados a…

Sus palabras nuevamente fueron frenadas por Chuuya, está vez por otra patada en el estómago.

—Ya cállate por un momento. Nada de lo que digas va a convencer, nisiquiera tus discursos de mierda y mucho menos tu puta manipulación. Así que por favor, déjame ir—Dijo Chuuya muy exasperado. El quería acabar con eso, quería volver a su vida normal y tranquila (bueno más o menos tranquila), no lidiar con un loco.

Dazai volvió a inclinarse sobre el detective sonriendo de forma coqueta, antes de agarrarlo por la barbilla.

—Mira Chuuya la única manera en que salgas de aquí es que yo lo decida, y eso solamente pasará si aceptas regresar a la mafia y que seamos tal y como éramos antes.—Solto la barbilla de Chuuya y agarro el cuello de su camisa para levantarlo y tenerlo serca.—Adios mi chibi—.Tras decir eso cerró la distancia entre sus labios y los del pelirrojo, dándole un beso.

El tacto de sus labios, ese toque que hace años solía embriagarlo y llenarlo de pasión carnal, ahora solamente hacía al estómago de Chuuya revolverse. Al igual que ese molesto apodo que alguna vez supo amar. Nisiquiera pudo reaccionar, hablar o quejarse, ya que Dazai se fue de el calabozo mientras tarareaba algo.

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Las horas pasaron con rapidez en aquel oscuro y húmedo calabozo.

El detective esperaba y esperaba que llegarán sus compañeros a salvarlo, pero no aparecía nadie. Aunque bueno, aún no abia pasado ni un día, probablemente no llegaría pronto.

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⏰ Última actualización: May 13 ⏰

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