El viaje fue largo pero por alguna razón no me resulto incomodo, normalmente no soy de las personas que disfrutan estar en un carro, pero con Alex es distinto, mientras más tiempo paso con el más me gusta estar cerca.
Iba viendo el maravilloso paisaje hasta que hicimos una repentina parada en medio de la nada.
- ¿Qué hacemos aquí?-pregunte al ver que no se veía nada en kilómetros a la redonda.
-Tengo que resolver un asunto aquí, tu solo quédate en el auto y después seguiremos nuestro camino Izz-respondió no muy convencido.
Alex bajo del auto y se dirigió hacia una parte donde habían muchos árboles, no se veía nada. Al principio me relaje escuchando algo de música, después me puse a pensar, pero al ver que el no volvía me preocupe y decidí salir del auto para buscarlo.
Camine hacia donde vi que fue Alex pero al llegar no había nada, solo un claro tapado por montones de arboles. Empecé a entrar en pánico ¿Alex no me dejaría aquí? ¿O sí?
Empecé a dar vueltas como desesperada intentando no llorar-apuesto a que debo de verme muy madura- y llegue hasta una pequeña casa de madera. Me gano la curiosidad y fui a asomarme por la ventana para ver que ocurría allá adentro, se escuchaban gritos.
- ¿Y quién demonios es ella?-Escuche gritar a alguien con una capucha negra tapando su cara.
El interior de la pequeña cabaña era muy extraño, tenía muchas velas negras y blancas alrededor de fotos y cuadros que las personas catalogarían como 'perturbadores' pero que yo catalogaría como geniales. Todo estaba apagado y solo se les veía la cara por la iluminación de las velas.
-Es una amiga-hablo Alex.
- ¿Solo una amiga? Más vale que solo sea eso sabes que tenemos prohibido relacionarnos con gente como ella-acuso otro sentado al frente de Alex.
-Si, es solo una amiga. Ella no significa nada para mí.
Demonios, eso dolió. Muchas gracias Alex.
Decidí dejar de escuchar esa extraña conversación y me fui de nuevo al auto. Al llegar puse más música e intente sacar de mi mente las palabras de Alex. Pasaron unos insoportables 15 minutos y finalmente volvió.
-Lamento la demora Izz. ¿Lista para irnos?-pregunto animado.
-Supongo que si-respondí en tono cortante.
- ¿Pasa algo?
-No, no es nada vámonos.
Encendió el auto y seguimos rodando por la carretera a través de un maravilloso e incomodo silencio. Cada vez que el intentaba hablar yo solo respondía asintiendo o negando con la cabeza. Después de la quinta pregunta finalmente se rindió.
Aun seguía pensando en la visita a esas misteriosas personas, no se veían para nada amigables, había algo en ellos que no me agradaba para nada. ¿Qué demonios hacia Alex con ellos? ¿El tenia algo que ver? Tenia esas preguntas rondando mi mente y ahora que lo pensaba bien, Alex no me inspira mucha confianza, me siento segura con el pero hay algo sobre el que siento que no me agrada...
- ¿Quieres comer algo?-pregunto Alex sacándome de mis pensamientos.
Vi que habíamos parado en una cafetería en medio de la nada llamada Deux Pommes. No habían muchos autos estacionados así que pensé en no parar pero un rugido de mi estomago me dijo que no sería buena idea. Quien sabe donde habrá otra cafetería más adelante.
-Si, tengo algo de hambre-respondí desabrochando mi cinturón.
El apago el motor y bajamos del auto. Al entrar habían más personas de las que pensé, casi no habían mesas pero al final conseguimos una. Una de las meseras que tenía en su camisa una etiqueta con su nombre nos atendió.
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Desatando El Infierno
Любовные романы--No podemos estar juntos--Soltó en un gruñido que,de no conocerlo me habría asustado. --Lo se,pero...--Trataba de pensar,de buscar algo en mi mente para responderle y decirle que si podíamos estar juntos;pero no encontré nada--No lo se,no te quier...