꧁ CAPÍTULO 3꧂

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Dasha...

Lo sobre pienso, lo analizo y busco posibilidades de éxito. Son casi nulas a simple vista pero sé ingeniármelas para sacar una estrategia. Si me arriesgo; perderé. Sino; también.

¿Cómo he llegado a esta situación tan desesperante? Mis trabajos suelen ser menos complicados.

Mis hermanos esperan y ahora posiblemente estén siendo de lo peor, mientras deje pasar más tiempo su sufrimiento se extenderá. Entre más pienso, más me doy cuenta de la poca probabilidad de tener una vida tranquila, de estar feliz en paz con mis hermanos y verlos crecer.

Las promesas de cada uno de ellos por cuidarme, su inocencia ante su deplorable vida que pude llegar a cambiar solo un poco... El pecho se me oprime, la vivencia en las calles me ha hecho fuerte, sin embargo; siempre guardaré ese ser susceptible que duele siempre que veo o recuerdo algo que me remontan a mis tiempos difíciles de dolor; para mis hermanos. Tiempos, que al parecer, no están por acabar.

El militar continúa su camino para seguir esparciendo el mensaje y me quedo plantada donde me dejo Shama con un solo pensamiento en la cabeza; y es confiar en el destino que me espera... Uno que ruego que sea bueno, sino es bueno para mí, que sea para mis hermanos.

-¿Ya estás comenzando a planear?

Miro a Shama que me observa con esos mismos ojos de siempre, de apariencia noble pero muy analíticos.

-El festival es mi pase, Shama...

-¿No crees que es muy obvio? Sabrá que iras.

-¡Exacto! -exclamo con la clara respuesta.

Arruga las cejas sin entender, hasta que segundos después se le ilumina la cara con picardía, entendiéndolo todo.

Él sabe que podría ir, creo que tiene esa esperanza. Es mañana, no puedo conseguir cómplices, pues nadie quisiera atentar en contra del Emperador en Cairut. Tengo que plantear mi plan y ejecutarlo sola. Él pensará que fue una total pérdida de tiempo esperarme porque no llegaré, y cuando menos lo espere, estaré en sus narices lista para arrancarle el corazón.

Por mi gloria, por mi trabajo; por mis amados hermanos. Si lo logro, tal vez el imperio caerá horrendamente al no haber descendencia del emperador que tome poder. El hermano de aquel no vive en el imperio. Hasta que llegase, los contrarios de Caliha ya habrían el imperio como suyo.

Pero pese a esto, sé que mis hermanos podrían migrar, les he enseñado mucho, podrían hacerse sobre otro lugar. Seguir con su vida, seguir mi voluntad de que vivan.

Porque esta vez no estoy segura de poder salir viva...

Me entretengo limpiando la casa de Shama, el local quedó reluciente. Poco después llega un mensajero sudado con su capucha sucia y podría jurar que caliente por cubrirse del sol.

-La señora... -Se le va el aire-. Le envía esto a Shama. Por favor déselo...

-Bien. -respondo tomando con mis manos el papiro que me entrega, él se queda tomando aire un rato con las manos en su rodillas, jorobado.

Me mira a los ojos bien, me analiza detenidamente antes de irse. No creo no poder pasar desapercibida con él; las telas con las que me cubrí para solo dejar ver mis ojos. ¿Habrá sospechado?

Voy a darle el papiro a Shama que hacia un ritual extraño en su cuarto. No entré porque apenas quise acercarme, el pelo se me despelucó y un frío extraño me recorrió la espina dorsal apenas me asomé.

"Ya entiendo más porqué no la tocan"

Más tarde la lee y me comparte su noticia:

-Es mi amiga, quiere que le de suertes y una buena visita. Quiero que me acompañes -No me deja responder-. Todavía me debes.

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⏰ Última actualización: Nov 21 ⏰

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LA ASESINA DEL EMPERADOR  [SUKUNA RYOMEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora