Kɪɴᴛsᴜɢɪ [Xɪᴄʜᴇɴɢ]

Capítulo 3.

Sucedió un día en el que Lan XiChen estaba de particularmente mal humor.

Había discutido con su Shufu acerca de que a WangJi se le permitiera llevar a Wei WuXian a visitar la residencia del Clan, alegando que debería hacer amigos, incluso si su Shufu no estaba del todo de acuerdo con el tipo de amigos, o amigo, en realidad, que WangJi era porque, después de todo, Wei WuXian no era un mal chico, incluso si a veces actuaba sin pensar, sus buenas intenciones eran claras. Era alegre y vivaz, y a veces un poco descuidado y grosero, pero no era un mal chico en absoluto. En todo caso, incluso deberían estar agradecidos de que WangJi hubiera hecho un amigo por su propia voluntad, y no solo hubiera aceptado a los chicos que su Shufu y Lan XiChen intentaron poner en su camino, solo semanas después, cualquier tipo de relación que pensaran que se había creado, simplemente desapareció.

Eso, en parte, era algo por lo que Lan XiChen se culpaba a sí mismo. De alguna manera, sentía que había influido en la excesiva timidez de WangJi, ya fuera porque siempre había tratado de mantener a WangJi bajo su protección, para que no sufriera aún más dentro de su familia después de lo que les había sucedido a sus padres, o porque, en cierto modo, Lan XiChen siempre se había asegurado de cubrir todos los roles sociales que un niño podría necesitar desde que los dos se quedaron huérfanos; de amigo a padre, Lan XiChen siempre se había asegurado de que no fueran un problema más para su Shufu, quien tuvo la amabilidad de cuidarlos a pesar de que no era su responsabilidad. Debido a esto, cuando Lan XiChen comenzó a estar más ocupado con otras cosas, WangJi comenzó a sentirse solo. Tener a Wei WuXian cerca, por lo tanto, era algo que Lan XiChen realmente aprobaba.

La discusión en sí no había sido nada demasiado seria, porque los tres habían acordado no dejarse llevar por sus sentimientos como para interferir en un asunto tan simple como ese, pero a Lan XiChen no le gustaba discutir con si Shufu de todos modos porque lo hacía sentir realmente culpable y poco filial. Además, tenía un fuerte resfriado ese día, se sentía un poco mareado, y después de que su Shufu terminó de hablar con ellos y finalmente dejó que WangJi llevara a Wei WuXian, se fue, probablemente enfurruñado por la decisión tomada a pesar de que podría haber sido aprobada por él y sólo él al final, y Lan XiChen ni siquiera había logrado informarle que se sentía mal. WangJi, muy emocionado ante la idea de finalmente poder presentarle sus conejos a Wei WuXian, también se había marchado poco después de despedirse y agradecerle con un breve abrazo, dejando solo a Lan XiChen.

Quizás estaba alucinando por la fiebre, pero Lan XiChen recordó haberse subido a uno de los autos y pedirle al conductor que simplemente se fuera, porque quería ver un poco de la ciudad y tal vez olvidarse un poco de la expresión de enojo en el rostro de su Shufu. Eso le recordaba mucho a su padre. No recordaba exactamente cuánto tiempo estuvo fuera de si, simplemente mirando por la ventana, captando brevemente el movimiento fuera del auto. Solo recordó que en un momento, encontró a WangJi y Wei WuXian juntos, los dos caminando de la mano por la acera. Lan XiChen le pidió al conductor que se detuviera, porque quería preguntar por qué caminaban si WangJi había salido de casa con un auto, para asegurarse de que todo estuviera bien, pero debido al tráfico en esa calle tan transitada, el conductor solo atinó a estacionarse. Un rato después, y los dos ya estaban más adelante.

Lan XiChen salió del auto, se puso la mascarilla y la gorra, no quería transmitirle la gripe a ninguno de los dos, y mucho menos que lo vieran pálido y tembloroso. Pero no llegó muy lejos: en el momento en que pisó la acera, sintió dos manos agarrar la sudadera que llevaba y empujarlo contra la pared de una de esas casas de esa calle. Los ojos de Lan XiChen se abrieron y gruñó ante el impacto, inmediatamente levantó la vista para comprobar quién estaba allí, sorprendido de ver al hermano mayor de Wei WuXian, Jiang Cheng. Nunca se habían conocido antes, pero Lan XiChen sabía quién era porque cuando WangJi fue a mostrarle en una foto quién era Wei WuXian, Jiang Cheng estaba justo a su lado, a pesar de que su expresión en esa foto era de felicidad, con una gran sonrisa, diferente a la que lucía ahora.