Buscando Un Buen Final

parte 2

Al día siguiente desperté viendo el mundo de otra manera y agripado, estar varias horas bajo la lluvia no iba a traer algo bueno. Realice mis actividades con naturalidad, volví a sonreír, pensar en Sarahí me ha cambiado totalmente. Por cierto, ahora que me pongo a pensar, no tengo forma de volver a verla. Se me olvidó pedirle su número, no puedo creer que me olvidé algo tan importante.

-¡Hey amigo! ¿Estás ahí?- desde afuera de mi casa se escuchaba su voz, llegué a pensar que estaba alucinando, me acerqué a ver por la ventana, y ahí se encontraba, saludando con una sonrisa. Mientras le respondía el saludo, pensaba como es que me encontró, no recuerdo haberle dicho donde vivo, rápidamente me cambié y salí a recibirla.

-Como pudiste dejarme esperando tanto tiempo- me dijo en cuanto abrí la puerta.

-¿Cómo me encontraste?- pregunté, realmente tenía curiosidad, estaba atento a su respuesta.

-¿Así es como me recibes? Por cierto, como se te ocurre despedirte sin decirme cómo contactarte- me dijo mientras fruncía el ceño, yo esperaba una explicación y me terminé llevando un reclamo.

-Me alegro de verte, disculpa, estaba tan emocionado que olvidé intercambiar datos- no tenía más que sonreír.

-No hay problema, ¿Estás libre?- su expresión cambio rápidamente, realmente tiene un aura agradable.

-No tengo nada que hacer- realmente tenía algunas cosas pendientes, pero tenía curiosidad por lo que me iba a proponer.

-Pues, ponte a hacer algo- lo que me dijo me dejó en desconcertado, más porque ya se estaba por ir.

-Espera, quizá podemos hacer algo juntos- me desespere así que tenía que proponer algo, pero creo que caí en su trampa, ya que se giró y me dijo que era una broma con una sonrisa pícara.

-¿Qué propones hacer?- se acercó mientras seguía sonriendo, me quedé avergonzado, sentía mi rostro caliente, trataba de evitar contacto visual.

-Pensé que querías hacer algo, si te has arrepentido mejor me voy- después de lo anterior, sabía que me presionaba para hacer algo, aunque realmente no quería dejar que se valla.

-¿Qué tal si vamos a los juegos mecánicos- apenas y podía vocalizar, realmente estaba nervioso, al levantar mi cabeza, ví su sonrisa burlona, no tenía más remedio que sonreír con ella.

-Pues vamos- me incentivó mientras se adelantaba, desbordaba mucha alegría, corrí hacia ella y nos dirigimos a los juegos.