You're mine, Angel

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 13 de septiembre 

 Me queda mucho trayecto, estaba aburrida, cansada. Miré mi reflejo en la pantalla del móvil. No había visto nada peor, sinceramente, parecía un zombie.

Estaba mudándome, ya que "la mala suerte" había caído sobre nuestra familia. Mi casa había sido incendiada, la gente no me dejaba vivir. Al menos he aprendido que todos tenemos algo que nos ayuda a seguir día a día. Mi apoyo son los youtubers, personas divertidas, extravagantes, originales, tímidas...pero no crean que no tienen defectos, algunos tendrán pero yo, todavía no les he logrado encontrar ninguno. Son las 9 y media de la mañana y estamos saliendo de Sevilla, vamos en coche hasta Madrid, 8 horas por delante. Decidí dormir algo aunque mi insomnio no ayudaba. Me puse los cascos, los conecté a mi Ipod y le di al play. Al rato terminé durmiéndome.

Me desperté por el zarandeo de mi hermano. Él es Andrés.

-Vamos, que no tenemos todo el día- yo conseguí entreabrir los ojos.

-Ahora...voy-dije mientras bostezaba e intentado salir del coche como una persona normal. Delante de mí había una de esas típicas cafeterías que están en la carretera. En la entrada, estaba mi madre esperando pacientemente...

-¡Vamos, Cristina!

Mi coche, bueno, el de mi madre, no era nada especial, un monovolumen azul, con 4 puertas pero con 7 asientos. Hoy era mi cumpleaños, nadie se acordaba, pero a esto era a lo que estaba acostumbrada. Entramos en la cafetería, era mucho más grande de lo que creía.

-Mamá, yo voy por mi parte, nos vemos luego.- le dije cuando estaba hablando con mi hermano sobre donde sentarse.

-Cristina siempre estás sola- dijo apenada.

-Es lo que hay.- y dicho esto me fui a ver que cogería para comer.

Me decidí por un kinder bueno. Nunca he sido mucho de este tipo de comida pero tenía mucha hambre. Estaba en la cola para pagar y delante mía había un chico, rubio, alto, eso es todo, porque como estaba de espalda no podía ver más. Llevaba muchísima comida: pipas, kit kat, kinder bueno, pan de pipas... Le llevó un poco pagar todo y seguramente le costó mucho. Luego cogió las cosas y se fue dejándome paso para que pagara yo, ya que me tocaba a mi. Ese chico me sonaba de algo, a lo mejor podría saber de que si me hubiera dado tiempo a verle la cara pero el hombre que estaba en la caja me llamaba.

-¿Qué desea?- me dijo con una sonrisa falsa.

-Esto-dije, y le di el kinder bueno, después de pasarlo por una máquina me lo devolvió- gracias.

-Son 1'75- le di el dinero exacto y me fui.

Miré la cafetería de nuevo, mi madre y mi hermano estaban en una esquina junto a un ventanal, si me sentara con ellos me contarían alguna chorrada o alguna noticia nada interesante. Busqué al chico de antes, me sonaba muchísimo de algo. Estaba unas sillas alejadas de lo que yo creía su grupo de amigos. Tenía la cara gacha a si que seguía sin saber quien era. Decidí sentarme una silla alejada de él. Me acerqué para decirle: 

-Antes cuando te vi pagando creía que la comida te la ibas a comer tu solo- dije susurrando. No quería presionarle para hablarle a una desconocida. Se río pero seguía con la cabeza agachada.

-Si, tenía, tengo bastante hambre-dijo sonriendo y dejándome ver su cara.-Rubius, encantado. ¿Tú...eres...?

Cristina, respira, llevas segundos mirándolo. Eso es algo perverso. 

Es rubius, Rubén Doblas Gundersen, el chico youtuber más famoso y guapo de el mundo. EL chico que tiene 15 millones de seguidores en Youtube y que los llama criaturitas del señor.

Inevitable (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora