Marta Oliver
"Espera!". Oigo que me grita.
Me giro y le miro.
"Qué?". Pregunto mirándole a los ojos.
"Dame tu número". Dice haciendo que se me escape una risa.
"Encantada de conocerte a ti también". Contesto.
"Me alegro". Responde él haciendo que se me escape otra carcajada.
"Quieres follar conmigo también o como va la cosa? Me estás persiguiendo por eso?". Pregunto y le sale una sonrisa de suficiencia.
"Si quieres pensarlo así la respuesta es sí". Dice y me guiña el ojo.
Me acerco a él y extiendo la mano.
"Qué quieres?". Pregunta mirando mi mano.
"No me has pedido mi número? Dame tu móvil". Contesto obvia.
"Ah claro, toma". Dice dándome su móvil.
"Como te llamas? Creo que no me lo has dicho". Digo.
"Jude, Jude Bellingham". Responde Jude. "Y tú eres Marta no? Marta Oliver". Añade a lo que asiento con la cabeza.
"Y tú Jude, el jugador de fútbol, no se como no he caído". Digo. "Están todas locas por ti".
"Lo estás tú?". Pregunta con la misma sonrisa de antes.
"Si te soy sincera, no". Contesto riéndome.
"Auch!". Exclama haciendo ver como si le estuvieran clavando un cuchillo en el pecho a lo que yo me río.
Le apunto mi móvil en la aplicación de notas y nos despedimos.
Que por qué se lo he dado así de fácil? No creo que lo vaya a volver a ver en la vida. Es solo un chico que me he cruzado dos veces en el hotel. No lo voy a volver a ver. Imposible que lo vuelva a ver. Puede que coincidíamos en algún evento. No, imposible, no lo voy a volver a ver.
Pienso en si he hecho bien al darle mi número de teléfono mientras empujo mi maleta hacia el ascensor. Espero a que llegue mientras observo mi reflejo en las puertas del ascensor.
Vaya pintas llevo, un moño desecho de dormir, una camiseta larga y unos pantalones cortos.
Ni en mis mejores sueños iba a pensar que alguien me iba a pedir algo en pijama.
Salgo del vestíbulo del hotel y me encuentro con un coche con las ventanas tintadas, así que me meto en él.
Desde que saqué el álbum solo me muevo en estos coches, aunque a mi parecer atraen mucho más la atención que uno normal.
Miro por la ventana los edificios antiguos de Madrid y justo empieza a sonar una canción de mi álbum, así que me pongo los cascos. No soporto escuchar mi música ya sacada, no puedo no ponerle pegas a todo.
Desde pequeña me han dicho que soy muy perfeccionista, cosa que no he creído hasta que se me propuso sacar un álbum.
Vivía en el estudio, no paraba de cambiar los ritmos, el tono, la letra... todo me sonaba mal.
Tuvo que venir un productor para decirme que tenía que parar ya porque tenían que montar los CDs y los vinilos.
Después de unos 10 minutos llegamos al edificio donde se encuentra la oficina de Laura. Bajo del coche dando las gracias al conductor y entro al edificio.
Llego a la oficina de Laura y al entrar me la encuentro detrás de la puerta con los brazos cruzados.
"En qué estabas pensando! Podrían haberte matado". Exclama al verme.
"Pero estoy sana y salva escuchando tu sermón". Digo irónica levantando los brazos. "Y en pijama".
"Vete a tu oficina, cámbiate y vuelve aquí, tenemos que hablar". Ordena y se va, dejándome con la palabra en la boca.
Si que se ha enfadado.
Ya cambiada voy para el sitio donde habíamos quedado y me encuentro con varias noticia.
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MARTA OLIVER Y JUDE BELLINGHAM. ¿NUEVA PAREJA DEL MOMENTO?
MARTA OLIVER Y SU CATÁLOGO DE FUTBOLISTAS
¿CON QUÉ FUTBOLISTAS HA ESTADO MARTA? LA LISTA SUBE A MÁS DE DIEZ.
DETALLES SOBRE LA NOCHE DE AMOR ENTRE MARTA Y JUDE
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"¿Qué es todo esto?". Pregunto en voz alta.
"Parece que todavía no lo sabes". Dice Laura detrás mía. "Eres la cantante del momento, tienes ojos puestos encima tuyo todo el día". "Y qué esperas hablando con Jude Bellingham, el futbolista de moda".
"Lo que me jode es que se inventen cosas, solo hemos intercambiado un máximo de 30 palabras". Me quejo. "Ni ha entrado en mi habitación madre mía". "Y la noticia esa de la lista de futbolistas? No puedes hacer nada?". Pregunto a Laura.
"Ya sabes como son las noticias de cotilleo, sacan cosas de donde les da la gana". "Pero tú no tienes porque dar motivos para que lo hagan".
"O sea no puedo hablar con ningún chico?". "Seguro que si estoy una temporada quedando solo con chicas dirán que soy lesbiana". Digo lo primero que se me pasa por la mente.
"Tú céntrate en la música y olvídate de lo que la gente piense de ti". Dice Laura. "Has escrito algo?". Pregunta.
"No encuentro inspiración para escribir nada". Contesto.
"No me digas que se te van a ir las ganas de sacar álbumes, que tienes a mucha gente esperando música nueva". Comenta Laura.
"Pues que esperen un poquito más". Respondo sin solución.
Me llega una llamada de un número que no tengo guardado.
"Marta no?". Pregunta una voz que reconozco inmediatamente.
"No creo que podamos seguir hablando". Contesto.
"Por?". Pregunta.
"Has visto las noticias que han salido? Nos han hecho fotos hablando y están diciendo que hemos tenido una noche de amor". Digo mientras me sale una carcajada de incredulidad.
"Y que más da eso? Si casi te pones de rodillas para pedírmelo". Contesta mientras se ríe.
"Pero que dices". "No te inventes cosas, que no estoy de coña". Digo muy seria.
"Estaba de coña". "Bueno mándame tu ubicación que te recojo". Dice.
"Jude no estoy ni vestida ni con ganas de salir, menos contigo que si nos ven juntos ya dicen que soy una puta que va de cama en cama". Contesto.
"Estás desnuda? Puedo subir a tu casa si quieres". Responde haciendo que me ponga colorada.
"Estoy en pijama, estoy como me has visto esta mañana". Contesto.
"Pues tampoco estabas tan mal". Dice a lo que yo sonrío. "Y tampoco te tienes que preocupar por lo que la gente piense de ti, tú sabes la verdad y ya está". Añade.
"Voy para mi casa, me cambio y te llamo para decirte si me apetece salir o no". Digo sin solución.
"Como te gusta hacerte de rogar". Me contesta riéndose.
"Cállate que al final sí que no salgo". Respondo.
"A sus órdenes". Dice y cuelga.
"Debería salir con él o no?". Pregunto a Laura.
"He estado escuchando toda la conversación, parece majo. A lo mejor tendrías que salir para que la gente viese que también eres humana, pero por favor ten cuidado y piensa en tu reputación". Contesta y me da un abrazo.
"Muchas gracias Laura, por todo". Me despido de ella y salgo por la puerta que da a las escaleras.
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Pues nada, otro capítulo.
Cuando acabo de escribirlos los publico así que perdón por si hay alguna falta de ortografía.
