Wanderlust | Taekook

04.

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La primera vez que le tocó intervenir fue durante su tercer sueño, ese tercer largo sueño... Para aquel entonces, Jungkook comenzaba a creer que sus sueños eran una especie de visión de sus vidas pasadas, que se quedaban en eso, en sueños... Pero fue aquella tercera vez, luego de otro incidente que lo llevó muy cerca de la muerte, cuando entendió que esas visiones eran más que simples sueños.

Sucedió cuando tenía 21 años. Lo último que recordaba era pelear con unos tipos en un callejón, ni siquiera recordaba con quien o porque se había iniciado la pelea, solo recordaba un golpe, oscuridad y luego despertó en un barco... Sus anteriores visiones habían durado tan solo minutos pero esa vez su visión duró 5 semanas. Los primeros días fueron los más difíciles, tuvo que asimilar que por más que lo deseara, el sol no dejaría de salir al alba y con ello iniciaba un nuevo día en esa nueva vida. También tuvo que adaptarse a vivir en un barco, donde el espacio era reducido, escaseaba la comida y en donde nadie comprendía cómo no recordaba nada. Más temprano que tarde se adaptó a su entorno, en donde ya no era un chico de 21 sino un varego* vikingo de 33 años, que junto a sus compañeros se encargaban de comercializar con sus navíos a lo largo de una ruta que acababa en Constantinopla, pero que, por como iba la cosa, terminarían construyendo un asentamiento y ejerciendo el control sobre el norte de Rusia de la mano de su jefe, un tal Rúrik*.

Aquellas fueron las peores 5 semanas que pudo pasar porque se sentía vigilado aun cuando lo tenían en un alta estima... Se volvió alguien meticuloso, hablaba lo mínimo y se movía a donde lo mandaban. A ojos extraños era un buen guerrero y mercenario, pero por dentro se estaba asfixiando en su propia mentira.

De esas semanas tortuosas, lo único bueno que pudo sacar fueron un par de ojos avellanas. Sinceramente Jungkook no esperaba encontrarlo allí, pero sin duda apareció, en el muelle de la ciudad rusa... como un esclavo.

Fue difícil hacerse el desentendido durante el viaje de ciudad a ciudad, en donde no solo debían transportarlo a él, sino también a otra gran cantidad de esclavos. Y aunque meditó, pensó y planificó mil maneras para poder salvarlo de su trágico destino, no pudo encontrar ninguna solución... La misma noche en que aquel esclavo abandonó su navío al ser vendido a otros, fue la misma noche donde una tormenta azotó a la tripulación. La oscuridad y las olas incontrolables se devoraron a varios vikingos incluído él mismo. Esa noche, ahogándose en ese mar de oscuridad, su alma abandonó esa visión y volvió a su realidad...

Fue entonces cuando comprendió que nada era al azar, no eran simples sueños de vidas pasadas o sucesos producto de su imaginación. El vivía esas realidades con un propósito, salvar a la persona de ojos avellanas. O eso creía... con tan poca información al respecto, no encontraba otra respuesta que le resultará más factible. Después de todo, siempre que aquel otro moría, él pasaba a tener un fin igual o peor de atroz.

Fueron incontables las noches donde Kang Jungkook se quedó dormido sobre libros de historia, religión, budismo y todo aquello que pudiera brindarle una solución a los acontecimientos de su vida. Investigó cuanto pudo sobre las almas, la muerte, el espíritu, las reencarnaciones y visiones, pero nada parecía brindarle aquella solución que tanto anhelaba.

En algunos textos sobre el hinduismo, se explicaba aquello como una especie de karma, en donde el alma cambiaba de cuerpo físico al momento de la muerte, y que dependiendo de las acciones hechas en vida, las consecuencias serían determinantes para la vida futura. Sin embargo él optaba por creer que su alma había transmigrado, puesto que su alma siempre viajaba hacia el pasado; un pasado que por la información que recaudaba, eran hechos reales o estaban cerca de serlos. Además Kang Jungkook no había muerto; es verdad que estuvo cerca de morir muchas veces, pero él aún seguía con vida cada vez que volvía de sus extraños sueños.