Diario de la soledad

Día 5

La entrada de hoy será corta, como siempre he dejado el estudio para el último momento y apenas tengo tiempo para escribir. Lo cierto es que ahora me he dado cuenta de que ni siquiera me he hecho la foto diaria. Desde que empecé a escribir este diario decidí hacerme una foto cada día, siento que el acostumbrarme a verme me puede ayudar a subir un poco la autoestima. Sea como sea, hasta hoy estoy escribiendo el diario cada día antes de acostarme, al principio lo pensé así porque es cuando ha sucedido todo el día. Pero lo cierto es que me he dado cuenta de que esto no solo me dificulta enormemente el seguir escribiendo día a día (más que nada por la pereza que me da antes de dormir), sino que también distorsiona aún más la realidad al tener que describir mi día desde el recuerdo momentáneo. De hecho otra cosa de la que me he dado cuenta es que hay muchas cosas importantes que no menciono o que explico al día siguiente, por el simple hecho de que no me acordé en el momento de escribir aquí. Por ejemplo, estos últimos días he estado lo más cerca a mantener relaciones en el último año y medio, pero no lo hice por una mezcla entre mi inestabilidad neurótica, mi fatiga crónica y que el tío es un poco especialito y no le da la gana de avisarme con tiempo. Pero bueno, ya en otro momento os contaré un poco más de este tema porque me estoy muriendo de sueño.

Bueno, a lo que iba que me disperso, es que a partir de mañana empezaré a escribir el diario en los momentos que me apetezca o sienta que quiero compartir o expresar algo, independientemente del momento del día que sea. Dicho esto, me voy a dormir y mañana os seguiré contando.

Hasta mañana. Atentamente,

Yo.