Sere el esposo de Naret [Pavelpooh]

🌼 Capitulo 3 🌼

El omega con aroma a vainilla temblaba por la baja temperatura, no llevaba suéter porque al salir de su casa tenía calor. Sin embargo llevaba un pequeño detalle para su alfa, una pequeña nota junto con una leche de plátano.

-Que cansado es caminar, ¿Qué haré cuando tenga un cachorro en mi vientre? -cuestionó en voz baja mientras seguía caminando.

«Oh... Pues mi alfa me puede cargar, el tiene brazos fuertes»

Pooh imaginó siendo cargado por el pelinegro y fue inevitable que sus mejillas se tornaran de un rojo carmesí. Sonrió en grande mientras tapaba su rostro sin dejar de caminar.

-Ya cálmate, omega... De por sí vas tarde a clases, y todavía te pones a pensar cosas que no -se regañó en voz baja -que cansancio...

Observó el envase entre sus manos, su Pavel no podría enojarse con él, abrió el envase y comenzó a beberlo.

-Delicioso -limpió la comisura de sus labios.

-pooh

El omega no se asustó al escuchar su nombre, se asustó al reconocer la voz de su alfa, así que aventó el envase de leche a un lado.

-¿Pavel? ¿Qué haces aquí? -cuestionó acercándose al pelinegro.

Pavel observó al castaño antes de quitarle su mochila, pero este se resistió -dámela, se ve que no puedes ni con tu alma. Además, no andes tirando basura.

-No soy débil... Yo puedo -dijo negándose a darle su mochila al pelinegro, caminó hasta donde cayó su basura y la recogió para tirarla en algún cesto.

-Dámela, osito de miel -insistió, sabía el poder de ese apodo al ver como los ojitos del castaño brillaban.

Pooh cedió y entregó la mochila al más alto con una preciosa sonrisa, entonces en ese momento recordó lo que pensó hace unos minutos -¿Me puedes cargar?

Pavel, quien se estaba quitando su chamarra, al escuchar esa pregunta detuvo todos sus movimientos para mirar al omega.

-¿Cargarte? -cuestionó y vio a Pooh asentir -¿Yo a ti? -el omega volvió asentir.

-No soy pesado, estoy delgado -dijo acercándose al alfa y rodear su cuello con sus brazos.

-Suéltame

Pooh obedeció con tristeza y se alejó un poco del pelinegro, su lobo tenía sus orejas hacia abajo. Se sentía humillado.

-Ponte primero esto, hace frío -mencionó, el omega obedeció sin mirar al pelinegro - Solo te cargaré unos minutos, no tengo tantos músculos.

El omega no sonrió ni siquiera volteó a ver al pelinegro -Vamos tarde a la escuela, solo caminemos.

Pavel agarró la mano del omega -Soy malo con las palabras, pero te puedo demostrar mi amor por ti con acciones y creo que eso es mejor.