-Sr. Lee, el jovencito está aquí.
Minho desvió la vista de los documentos hacia su ama de llaves.
Aún no podía asimilar que había prácticamente comprado al danzante esmeralda, mucho menos había decidido qué hacer con él.
-Perfecto Nana, salgo en un minuto.
Debía parecer imperturbable, de otra manera aquella pequeña pero jovial anciana le haría la vida imposible.
Con una pequeña sonrisa y una venia, Nana se retiró de la oficina, dejando que Minho tuviera un poco de privacidad para arreglar su corbata y las mangas subidas hasta sus antebrazos.
No les había contado a sus amigos que había hecho una nueva adquisición esa noche.
Luego de aquel show solo se habían despedido de forma breve, acordando volver a verse en la boda del mayor, antes de partir cada uno por su lado.
Se le había dado dos opciones: recoger su compra ahí mismo o ser entregado a su residencia para mantener el anonimato.
A Minho se le había hecho de muy mal gusto como una chica había llamado "mercancía" al chico bailarín. Era un ser humano, uno hermoso y talentoso. No un ítem o producto.
"Pero tú lo compraste como si fuera justamente eso, ¿no es así?"
Con un leve gesto, Lee se deshizo de sus gafas y salió de su oficina hacía la sala.
Últimamente su voz interna de culpa no lo dejaba en paz, pero no podía verse perturbado frente a la belleza que estaba esperándolo. ¿Qué podía decirle?
Mucho gusto, soy tu... ¿dueño?
Que carajos, ni a sus mascotas las había recibido de ese modo.
-Concéntrate Minho, es como cerrar un trato. Solo deja que todo fluya. Sabrás que decir en su momento.
Pero ni ese parloteo mental le ayudó con lo que se encontró en su sala de estar.
Soonie, el mayor de sus gatos, se había acercado al chico. Este frotaba su pequeña cabecita contra el pantalón cargo del joven, reclamando cariño y afecto mientras este lo veía con adoración, estirando una de sus manos para poder alcanzarlo mientras se inclinaba levemente.
Soonie nunca se había acercado a nadie tan de repente, mucho menos a alguien nuevo en casa, en su territorio. Le había costado hacerse cercano a Chan, incluso con Nana.
Changbin evitaba acercarse a él debido a su alergia a los gatos, aunque se notaba por su mirada que se derretía de amor por todos los gatos de Minho.
Era curioso.
-Emm, hola
Su voz salió un poco más fuerte de lo que hubiera querido, haciendo casi saltar al chico frente a él, espantando al gato.
-Lo siento- de inmediato el joven se disculpó, haciendo una reverencia que desconcertó a Minho- solo quería tocarlo, no intentaba hacerle daño.
-Tranquilo, no pensé ni por un momento en que querrías dañarlo
El muchacho se irguió poco a poco, dejando ver su rostro avergonzado enmarcado por esa melena larga y ondulada. Sus mejillas llenas hacían el perfecto contraste con aquel mentón afilado, haciéndolo lucir varonil pero adorable. Y ese pequeño pero abultado labio inferior entre sus dientes, se veía tan suave y dulce.
Carajo.
-Soy Minho, Lee Minho.
"Yo fui quien te compró, un gusto"
El mayor hizo una pequeña reverencia, aprovechando los segundos para poner en orden su culpa y pensamientos.
-Me llamo Jisung, Han Jisung- el pequeño imitó su acción, intentando mostrar todo el respeto posible- a partir de ahora estoy a su servicio. Haré lo que usted me pida Sr. Lee.
¿A su servicio? ¿Este muchacho pensaba que iba a ser un sirviente?
-No tienes que servirme, Jisung. No es necesario.
-Claro que lo es, usted ofertó por mí- Jisung lo miraba con timidez y confusión, algo en su mente no encajaba- ahora le pertenezco, Sr. Lee.
-Por favor llámame Minho, y no, no me perteneces- el mayor tomó una bocanada de aire, no sabiendo por qué hacer ni por dónde empezar- mira, yo...
- ¿Usted no quiso ofertar por mí? ¿Acaso... se confundió de número? – los ojitos brillantes del menor se volvieron ligeramente acuosos- ¿No era yo al que quería comprar?
- ¡Claro que no! ¡Sí quise comprarte! Quiero decir, ah mierda- Minho comenzó a caminar de un lado a otro, revolviendo su cabello - Jisung, cuando te vi bailar quise ofertar por ti. No eres un error, ¿está bien?
El joven solo asintió un poco más tranquilo bajando la mirada. Minho era algo intimidante, su casa era intimidante, todo en ese lugar era más que él.
-Es solo que yo no quiero que seas de mi propiedad, como un objeto, porque no lo eres.
Jisung lo miró desconcertado.
Ese sujeto lo había comprado, ¿pero no lo quería?
-Entonces... ¿Qué voy a hacer ahora? – observó todo a su alrededor, sujetando con más fuerza el asa de su mochila raída y vieja- ¿tendré que buscar otro dueño? ¿por mi cuenta?
Ahora estaba libre de deudas, pero sin techo sobre su cabeza, sin cobijo, sin comida, sin amigos, sin familia. Ahora estaría solo.
Podría ofrecer sus servicios, pero... ¿de qué? ¿Baile?
No sabía hacer nada más.
¿Quién querría darle asilo a un inútil que no sabía hacer nada salvo entender las melodías y traducirlas a suaves danzas?
No era algo necesario en la sociedad, no tenía uso.
¿Cómo conseguiría trabajo? ¿Casa?
Estar en las calles no era una opción, sobre todo en la ciudad.
¿Qué haría ahora?
-Jisung
Fijó su mirada en el mayor frente a él, viendo como cambiaba su expresión inmediatamente a una de preocupación. De seguro podía ver el miedo absoluto reflejado en su rostro.
-Acompáñame, debes estar cansado.
Minho le tendió la mano, unos segundos en el aire mientras Jisung aun procesaba lo que debía hacer a continuación.
El menor tomó algo vacilante la mano ajena, siendo sujetado inmediatamente por la gran mano del mayor, un agarre decidido y firme mientras lo guiaba hacia la cocina.
Tenían algunas cosas que aclarar, Minho solo esperaba no crearle más malentendidos al pobre chico.

ESTÁS LEYENDO
Belle (Minsung)
FanfictionAU (alterned universe) en donde Minho es un tipo exitoso pero solitario y Jisung es un bailarin enjaulado. *Esta historia está inspirada en la canción Belle de GimsxDadjuxSlimane, pueden ir dar un vistazo a la canción, es preciosa. *Historia corta *...