𝐃𝐄𝐒𝐈𝐑𝐄

Chapter Three

Después de la acalorada tarde que habían pasado juntos, los dos chicos se encontraban en la habitación del menor dándose mimos. Sunghoon mantenía su cabeza recostada sobre el pecho de Jay mientras esté le daba pequeños mimos en sus rubios cabellos, a simple vista podrían parecer como una pareja.

Si era sincero, él nunca se había imaginado estar en aquella situación con su Hyung, probablemente porque era el más reservado del grupo en cuanto a las muestras de afecto. Sin embargo ahí estaba, dándole besitos en la frente mientras le repetía lo hermoso que era.

Una faceta de Park Jonseong que muchos desearían ver, siendo Sunghoon el afortunado que podía disfrutarlo. Aquel pensamiento no hizo más que alzar su ego, era la única persona que logró atravesar aquella carcasa de seriedad que el mayor siempre tenía.

— Me gusta esto.

Sunghoon sonrió confirme, levantando la mirada para ver el rostro de Jonseong. Era una de las pocas veces que realmente podía tomarse el tiempo de apreciar la enorme belleza que poseía el estadounidense, Sunghoon podría jurar que era una de las personas más atractivas y calientes que había conocido en sus veinte años de vida.

— A mí también me gusta. — El rubio respondió rápidamente, levantándose para tomar lugar encima del regazo ajeno. Podía sentir como sus glúteos rozaban contra los muslos bien definidos de Jay, aún así no le tomó importancia y se acomodó de mejor manera para la comodidad de ambos. — Te quiero mucho.

Jonseong lo miró con cariño, sus manos bajando a acariciar las suaves y pálidas piernas de Sunghoon, no tenía alguna doble intención solamente quería sentirlo más cerca de él.

— Yo te amo. — Dijo sin pensar, maldiciendo internamente al ver el rostro anonadado del menor pues no esperaba esa respuesta. Iba a disculparse cuando fue interrumpido por Sunghoon, el cual puso uno de sus dedos en sus labios y negó con la cabeza, indicándole que hiciera silencio.

— Debemos levantarnos antes de que alguien nos vea, Hyungie.

Por mucho que quería quedarse con Jay no podía arriesgarse a ser descubierto por sus compañeros de grupo, era consiente de que tenía que cuidar su reputación enfrente de los demás sin importar lo cercanos que eran.

Tal parecía que llamaba a la desgracia ya que la puerta fue abierta sin avisar, enseguida Sunghoon se tumbó encima del cuerpo desnudo de Jay para así poder tomarse ambos con la sábana de la cama.

— ¿No sabes tocar las puertas? — Preguntó con un tono irónico, el recién llegado los veía con una de sus cejas alzadas y con los brazos cruzados, demostrando así su descontento por la  escena que estaba presenciando.

— Jungwon nos llamó para discutir sobre las actividades grupales de la próxima semana. — Heeseung hablaba viendo solamente a Sunghoon e ignorando por completo la presencia del otro chico en la habitación. — Deben apresurarse o él mismo vendrá a buscarlos.

— Iremos enseguida, gracias por avisarnos. 

Heeseung chistó molesto al ver la sonrisa descarada en los labios de Jonseong, tenía tantas ganas de alejar sus manos del pálido.

— Dense prisa. — Murmuró antes de darles un último vistazo y salir de la habitación, cerrando la puerta con un poco más de la fuerza necesaria.

El rubiecito se levantó del cuerpo ajeno para que así ambos pudieran comenzar a vestirse, el silencio reinando en la habitación sin llegar a ser incómodo.

Al terminar de colocarse la camisa, Jonseong se acercó a Sunghoon y lo tomó ligeramente de la cintura, acomodando los rebeldes cabellos rubios que caían por su frente.